El nuevo producto no incluye la función de traducción automática, limitándose al reconocimiento de textos (OCR). De esa forma, la compañía fabricante, C Technologies, ha logrado reducir a la mitad no sólo el tamaño del dispositivo sino también su precio y consumo de energía.
C-Pen 200 digitaliza material escrito al deslizarse su cabezal de lectura a lo largo de las líneas de texto. La información es transmitida automáticamente a una computadora mediante señales infrarrojas.
El producto contiene una tarjeta de memoria flash de 2 Mb, 512 Kb en RAM y es operada mediante dos baterías recargables tipo AAA, que brindan energía al C-Pen 200 durante cuatro semanas de uso normal.