En tiempos de constante alerta ya sea por catástrofes naturales como incendios forestales o terremotos, e índices de creciente violencia y sentido de inseguridad, los gobiernos han discutido políticas públicas para mejorar los problemas relacionados con la seguridad pública, la defensa y la garantía de la ley y el orden.
Todas las entidades responsables en esta materia – policías, fuerzas armadas y bomberos- se enfrentan al reto de responder a las necesidades de seguridad de la ciudadanía. Las telecomunicaciones y los servicios de información son claves para dar una respuesta efectiva en los momentos de emergencia. Y las comunicaciones son el gran aliado. El colapso de las redes celulares que hemos visto en los sismos recientes, nos indican que hay tareas pendientes.
Contar con sistemas de comunicación especializados, a través de una Red Nacional de Comunicación de Emergencia que permita minimizar los efectos de situaciones críticas, es algo que muchos países como Brasil y Estados Unidos han emprendido. Chile apunta en ese camino, y la adopción de tecnología de radiocomunicación digital por parte de la PDI (Policía de Investigaciones) y Carabineros de Chile es un salto al futuro. Ambas entidades podrán trabajar en conjunto bajo un mismo “idioma” de comunicación.
En términos simples, es la Interoperabilidad la carta fundamental a la que debemos apostar. Los sistemas adoptados por ambas fuerzas de seguridad les permite interactuar con otras agencias de emergencia que cuentan con sistemas en el estándar P25, para coordinar operativos y responder eficiente y oportunamente, gracias a altos niveles de transferencia de voz y datos que permiten los equipos de esta naturaleza , diseñados desde su concepción para operar en situaciones críticas, con tolerancia al aumento en el tráfico de la información, cobertura flexible para lugares remotos, baterías adicionales para utilizar en casos de corte de suministro de energía, etc
Redes y herramientas dedicadas y robustas que permitan a distintos organismos interactuar sin importar límites geográficos y que cuenten con la máxima seguridad que requiere el fin más importante: salvaguardar a nuestros ciudadanos y mantener la seguridad en todo momento. Solo el trabajo conjunto entre la empresa privada y las autoridades nos llevará a dotar a nuestras agencias de seguridad con las herramientas de la próxima generación de comunicaciones para seguridad pública.
Por Alberto Valdivieso, Key Account Manager, Motorola Solutions Chile