El proyecto, dirigido por la Universidad de Berkeley, ya dispone de algunas de las computadoras más potentes y veloces del mundo. Sin embargo, ha quedado demostrado que aún así no se cuenta con la capacidad suficiente como para absorber e interpretar las señales recibidas. Por ello, los administradores del proyecto se proponen usar, por un día, las computadoras de 100.000 cibernautas voluntarios de todo el mundo.
La intención es que el poder de los procesadores aunados de esa manera sea usado para manejar la información disponible. El jefe del proyecto SERENDIP, Dan Wertheimer, declaró a PCWorld que el programa operará de forma que no interrumpa el uso normal de las computadoras participantes. Wertheimer dio además por descontado que el proyecto contará con el respaldo mayoritario de la comunidad internacional de cibernautas, al haber muchos idealistas entre ellos.