La nueva tecnología se basa en los denominados chips de memoria flash que pueden almacenar activamente información incluso al no contar con suministro eléctrico, al contrario que las memorias de RAM dinámico, que necesitan de impulsos eléctricos varias veces por segundo.
Las memorias actuales están compuestas por varios millones de células, o transistores, cada una de las cuales almacena un dato. Hasta ahora, el desarrollo de las memorias se ha concentrado en reducir el tamaño de cada célula. Según el nuevo concepto de Intel, ahora se trata de almacenar dos valores en cada célula en lugar de uno.
A juicio del propio Moore, la nueva tecnología resultará en precios más bajos y nuevas formas de aplicación. Por ejemplo, las nuevas memorias podrán ser usadas en computadoras, juegos de vídeo y teléfonos celulares. Además, se indica que podrá aumentar considerablemente el número de fotografías que puede ser almacenado en una cámara digital, por ejemplo.