La máquina estará integrada por 1024 servidores IBM X-Series, ordenados en 32 hileras, todos ellos funcionando con el sistema operativo Linux.
Según la información, Shell utilizará este supeordenador para realizar estudios sísmicos y otras aplicaciones geofísicas dentro de sus actividades de exploración. Asimismo, los datos e informaciones recogidas en las exploraciones de la Compañía serán introducidos en el superordenador, que utilizará su gran capacidad de cálculo para analizar esos datos y realizar trabajos de investigación.
El hecho de que Shell haya optado por un superordenador IBM Linux demuestra que este sistema operativo ha alcanzado la mayoría de edad, comenta Irving Wladawsky Berger, vicepresidente de Tecnología y Estrategia de IBM. Este hecho muestra que Linux puede ampliarse para hacer frente incluso a las enormes cargas de trabajo de los superordenadores más desarrollados.