El inculpado envió decenas de mensajes a funcionarios federales bajo la identidad del Presidente durante los tres días en operó antes de ser detectado y detenido.
Los agentes federales siguieron la ruta electrónica de los mensajes, constatando que estos habían sido remitidos desde una dirección privada en el distrito de Laranjeiras, procediento luego a la aprehensión del hacker, cuya identidad no fue dada a conocer.