La nueva ley determina la ilegalidad de registrar, vender o usar dominios con nombres similares o idénticos a marcas registradas propiedad de terceros. Asimismo, contiene disposiciones orientadas a frenar tales actividades por parte de especuladores no residentes en Estados Unidos, escribe The Wall Street Journal.
Las infracciones serán castigadas con multas de hasta 100.000 dólares.
Un elemento de gran relevancia es que la ley tendrá efecto retroactivo, lo que afectará a todos los dominios registrados antes de su entrada en vigor. De esa forma, los propietarios de marcas registradas quedan facultados para exigir la devolución de los dominios en que se ha usurpado su nombre.
La nueva ley estadounidense podría eventualmente ser difícil de aplicar para el caso de dominios .com registrados en el extranjero. De hecho, ICANN, la entidad admistradora de nombres y números en la red, indica que pronto estarán instrumentados los mecanismos que harán posible el registro de dominios .com en varios países del mundo.