La crisis financiera ha tenido un impacto, aunque aún reducido, en el gigante Google, que en 2008 debió cancelar el contrato de algunos de sus 10.000 empleados con contratación temporal. En noviembre, Google informó que los despidos o no-renovación de contrato no afectarían a sus 20.000 empleados permanente.
No obstante, la compañía informa ahora en su blog que será inevitable despedir a más personas, a la vez que se ve en la necesidad de suspender nuevas contrataciones para algunas de sus divisiones. La reducción de nuevas contrataciones implica, quizás como consecuencia lógica, una reducción en el número de empleados del departamento de nuevas contrataciones.
Paralelamente, Google se ha propuesto racionalizar sus divisiones de desarrollo, que actualmente están repartidas por todo el mundo. A la fecha, Google tiene más de 40 oficinas de desarrollo en 20 países.
Según el blog de Google, la compañía ha ofrecido a sus desarrolladores en Austin, EE.UU, Lulea, en Suecia y Trondehim, Noruega, la opción entre trasladarse a otra división o encontrar un nuevo empleo. La medida afecta a aproximadamente 70 personas, que ahora deberán trasladarse o abandonar Google.
El director del departamento de desarrollo de Google, Alan Eustace, recalca que el objetivo no es reducir el número de desarrolladores, sino el número de oficinas de desarrollo, para incrementar la eficacia global de la compañía.
