Inicialmente, Gates indica que el mundo de la informática tiene una naturaleza simbiótica difícil de entender fuera de la industria y que es precisamente tal naturaleza la que determinó que Microsoft hubiera desarrollado Windows en estrecha asociación con el paquete ofimático Office. De tal forma, indica Gates, ambas aplicaciones pueden trabajar juntas y explotar al máximo sus características, en beneficio del usuario final.
Gates extiende luego tal idea, señalando que los beneficios derivados del desarrollo de programas de informática y sistemas operativos bajo el mismo techo se hará aún más patente en la medida que surgan nuevos dispositivos inteligentes. Cualquier obstrucción a tal procedimiento, de parte de las autoridades, significará que productos innovadores sencillamente no verán la luz, ya que su desarrollo hace imprescindible la cooperación, en tiempo real, entre los programadores de sistemas operativos y de aplicaciones. Gates pone de relieve el concepto de cooperación en tiempo real, señalando que esta constituye la piedra angular del desarrollo de software.
Haciendo una analogía, Gates escribe que el desarrollo de automóviles Ford hace imprescindible la cooperación entre las divisiones que fabrican los distintos componentes de tales vehículos, y que una cooperación similar es igualmente necesaria entre las distintas divisiones de Microsoft.
Luego, recalca que las innovaciones que Windows va incorporando pueden ser posteriormente mejoradas por desarrolladores independientes e incluso por la propia competencia.
Sólo debido a que el automóvil Taurus, de Ford, es un éxito de ventas, ¿debería prohibirse a la compañía compartir su trabajo innovador entre sus divisiones?, pregunta Gates, quien luego traslada el mismo enfoque hacia otras compañías, tales como America Online/Netscape, Time WarnerCNN y Sun/Sistemas operativos y hardware. La respuesta es un rotundo no, asevera Gates en el artículo de Time.
Seguidamente, indica que el plan del Departamento de Justicia, DOJ, refleja una profunda hostilidad hacia los esfuerzos realizados por Microsoft tendientes a crear productos que funcionen bien entre si.
A modo de ejemplo, menciona que, de llevarse a efecto, el plan prohibiría expresamente a las nuevas compañías Microsoft Windows y Microsoft Aplicaciones, dialogar en privado para desarrollar nuevas versiones de Windows y de Office. En efecto, señala Gates, el plan del DOJ implica que ambas divisiones sólo podrán intercambiar información técnica si esta es publicada simultáneamente a toda la industria informátcia, idea que Gates califica de imposibilidad práctica.
El efecto final de la querella del DOJ sería, a entender de Gates, castigar a Microsoft a cualquier precio, sin importar el daño que se cause a los consumidores, los desarrolladores de software y a la industria informática, que ha liderado el desarrollo económico de Estados Unidos en los últimos tiempos.
Por ello, concluye Gates, Microsoft agotará todas las instancias judiciales previstas por la ley, para revertir un fallo del tribunal presidido por el juez Thomas Penfield Jackson, y que ya en dos oportunidades se ha pronunciado en contra de la compañía.