Gartner publicó recientemente los resultados de una encuesta realizada en octubre de 2002 entre 25 de los principales minoristas de comercio electrónico en EE.UU (e-minoristas). Los resultados del sondeo indican que los e-minoristas en EE.UU. perderán aproximadamente 500 millones de dólares en el periodo festivo de compras de 2002 debido al fraude y a transacciones sospechosas.
Gartner basa su conclusión también en una encuesta realizada en junio de 2002 entre más de 50 de los principales e-minoristas y en la estimación de GartnerG2 de unas ventas en línea en EE.UU. de 15.660 millones de dólares para el cuarto trimestre de 2002.
En su análisis, la consultora indica que el coste por pérdidas de oportunidades de venta supone a los e-minoristas dos veces más que las pérdidas por transacciones realizadas de forma fraudulenta. El fraude con tarjetas de crédito ocasiona a los e-minoristas unas pérdidas aproximadas del 1% sobre el volumen de transacciones e ingresos por ventas, mientras rechazan un 6% de las compras solicitadas por resultar sospechosas.
Debido a la lucha de los e-minoristas para que desaparezcan las transacciones fraudulentas, el 6% de las ventas que rechazan representan 950 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2002. Es probable que los e-minoristas rechacen por error un tercio de ese importe, ó 2% sobre el total de las ventas, debido a sospechas infundadas y que les supone unas pérdidas en ventas de aproximadamente 315 millones de dólares. El fraude les costará otros 160 millones de dólares adicionales en el cuarto trimestre de 2002.
Los fraudes están siendo más sofisticados, frecuentes y amenazadores. A pesar de los esfuerzos coordinados para frenar el fraude, el porcentaje se mantiene constante en aproximadamente 1% desde mediados de 2000, cuando Gartner comenzó con las encuestas sobre este tema en EE.UU. Es más, 7% de los 1000 adultos consumidores en línea participantes en las encuestas de Gartner y Harris Interactive en septiembre de 2002, declararon haber sido víctimas de fraudes en sus tarjetas de crédito en los 12 meses precedentes – un aumento del 2% desde 2001.
Paralelamente, los esfuerzos de lucha contra el fraude en compras físicas resultaron en un porcentaje de fraude de menos del 0.06%. En el negocio en línea el éxito no ha sido tan importante, ya que el fraude en línea es mucho más fácil de cometer.
Ante tal panorama, Gartner recomienda un programa en tres partes: practicar comprobaciones en tiempo real en busca de actividad fraudulenta basándose en modelos de fraude existentes; separar las transacciones sospechosas para revisarlas posteriormente de forma manual (5% de transacciones aproximadamente, que representa el 80% del fraude) e involucrarse en la gestión de chargebacks (devolución forzada de dinero por parte de la compañía emisora de la tarjeta de crédito) para recuperar importes absorbidos erróneamente por los minoristas.