En total, Free-PC.com alcanzó a despachar 30.000 computadoras gratuitas, de un total de un millón de solicitudes recibidas de internautas de todo el mundo. Las máquinas, veloces Presario totalmente equipadas, incluían conexión a Internet, siendo el único requisito que los beneficiarios de la oferta se comprometiesen a navegar por la web un mínimo de diez horas mensuales.
El negocio para Free-PC.com era que durante su navegación por Internet, los usuarios lo hacían mediante un lector web provisto de una franja con mensajes publicitarios diseñados especialmente para su perfil socioeconómico.
Según The Wall Street Journal, Free-PC.com fracasó al no haber logrado crear un volumen de anunciantes lo suficientemente grande como para financiar la donación de computadoras.
Con la compra por parte de Emachines se pone fin a la distribución gratuita de máquinas por parte de Free-PC.com. Se desconoce la suma pagada por la transacción o de qué forma Emachines se beneficiará de la compra, aparte, claro está, de explotar la cartera publicitaria incluida en la operación.