De acuerdo a la información, la compañía, la cual era como conocida como National Domain Name Registry, Electronic Domain Name Monitoring y Corporate Domain Name Monitoring, envió faxes a los propietarios de sitios web en que “informaba” que desconocidos habían intentado registrar un sitio con un nombre casi idéntico al de las entidades contactadas. Luego ofrecía detener la solicitud de registro, previo pago de una comisión de 75 dólares.
El procedimiento constituía un engaño flagrante debido a que las solicitudes de registro de dominio son aprobadas casi instantáneamente. De cualquier forma quedó probado que nadie había intentado registrar los dominios de las empresas contactadas.