Facebook reveló silenciosamente el 18 de abril, mediante la actualización de un post del 21 de marzo, que un fallo de seguridad había afectado a millones más de usuarios de Instagram de lo que se había informado en un principio.
La red social de Mark Zuckerberg eligió uno de los días más ajetreados de la política estadounidense de este año para admitir que millones más de usuarios de Instagram se vieron afectados por un fallo de seguridad que lo informado anteriormente. La revelación de marzo señalaba que las contraseñas de “decenas de miles de usuarios de Instagram” fueron almacenadas sin cifrar. En su actualización de hoy, Facebook admite que “la situación afectó a millones de usuarios de Instagram”.
“Evidentemente, Facebook eligió el día de hoy para admitir el problema, enterrando así su descuido en medio de los grandes escándalos de la semana”, dijo Evan Greer, subdirector de Fight for the Future, una organización sin fines de lucro dedicada a la defensa de la privacidad, en un comentario recogido por The Guardian. “Este modus operandi se ajusta ajusta a su estrategia de distraer, minimizar y disculparse sin abordar el problema fundamental: que su actual modelo de negocio es incompatible con la privacidad del usuario”. Coincidió con este planteamiento Ed Zitron, experto en relaciones públicas de la industria tecnológica: “Desde una perspectiva mediática, el momento del anuncio fue el equivalente a Facebook susurrando mientras alguien toca música a todo volumen, esperando que nadie lo oiga”, dijo. “Lo descabellado es que piensan que todavía pueden salirse con la suya. Están actuando como si todavía fueran una startup enternecedora, pero no lo son”.
Facebook, parte del informe Mueller
The Guardian agrega que el informe Mueller publicado el jueves menciona a Facebook más de 80 veces en relación con los posibles esfuerzos para afectar los resultados de las elecciones estadounidenses de 2016. Entre otras cosas, el informe concluye que la entidad Internet Research Agency (IRA), un grupo de interferencia electoral posiblemente afiliado al gobierno ruso, pagó más de 100.000 dólares a Facebook por más de 3.500 anuncios. Las cuentas falsas y los anuncios patrocinados por IRA llegaron a 126 millones de estadounidenses, indica el informe. La agencia también promovió y organizó manifestaciones políticas a través de eventos en Facebook.