Experimento con IA generativa: ¿éxito o amenaza para la creatividad?

Dos expertos han analizado el papel de la IA en las industrias creativas, examinando un experimento reciente con becarios de IA y el futuro potencial de la publicidad.

En una reciente edición del podcast Lexicon de Interesting Engineering, el presentador Roland Ellison entrevistó a Karl Monson, socio y cofundador de Code Word, una agencia de marketing digital. Code Word había llevado a cabo un experimento con IA generativa en el que participaron ocho becarios. La agencia se enfocó en ayudar a las compañías tecnológicas a convertir artículos técnicos en contenido, redes sociales y campañas de relaciones públicas que diversas audiencias, incluyendo periodistas, entusiastas y desarrolladores, pudieran entender.

La clientela de Code Word era en su mayoría B2B más que orientada al consumidor, y sus proyectos implicaban a menudo campañas de relaciones con desarrolladores y keynotes tecnológicos. Monson explicó que el experimento de IA generativa se inspiró en la creciente popularidad de este tipo de herramientas a partir de noviembre. La agencia decidió explorar el potencial de la IA generativa en un entorno creativo en lugar de resistirse a ella, con el objetivo de determinar si estas herramientas podían ser una amenaza para su modelo de negocio o las carreras de sus empleados, o bien un diferenciador competitivo.

Según Monson, la industria publicitaria se prestaba bien a este tipo de experimentos, ya que no había tanto en juego como en otros sectores. Aunque la precisión era importante, las consecuencias de los errores eran relativamente menores. La reacción al experimento fue variada: algunos elogiaron el enfoque proactivo de la agencia, mientras que otros se preocuparon por el impacto en el personal subalterno y en la creatividad.

Monson creía que aprender a utilizar las herramientas generativas de la IA podría ser un gran avance profesional para los redactores en un panorama cada vez más competitivo. La capacidad de combinar la tecnología con la creatividad humana podría abrir nuevas puertas a los redactores en el futuro. También se refirió a otras empresas, como BuzzFeed y CNET, conocidas por utilizar contenidos generados por IA.

Ellison y Monson debatieron sobre las implicaciones éticas de utilizar contenidos generados por IA sin revelarlos, ya que podría cambiar la naturaleza de la relación editor-lector. Monson también expresó su preocupación por el enfoque de BuzzFeed, que parecía sustituir al personal humano por herramientas de IA para generar más contenidos sin contratar a más personas.

El debate ahondó en el concepto de “robots que escriben para robots”, en el que los contenidos generados por la IA se dirigen a los buscadores en lugar de al público humano. Reconocieron el aspecto de ahorro de trabajo de la IA, pero también consideraron los posibles inconvenientes.

Ellison y Monson también hablaron del uso de becarios de IA, un experimento pasado en el que se integraron herramientas de IA en los equipos de contenidos y diseño, lo que ayudó a ahorrar tiempo y agilizar las tareas. Aunque el experimento de 90 días había concluido, aún se estaban analizando los resultados y las lecciones aprendidas.

Monson compartió las conclusiones de su experimento utilizando la IA en los equipos de contenidos y diseño, destacando los rápidos avances en los modelos lingüísticos de la IA y sus beneficios potenciales.

Reveló que las herramientas de IA, aunque no son perfectas para los entornos de producción, podrían ayudar con los bloqueos creativos y ofrecer atajos significativos. Por ejemplo, las herramientas de diseño generativo podrían crear mood boards en cuestión de segundos, una tarea que normalmente llevaría semanas. La IA también se había mostrado prometedora a la hora de generar ilustraciones dibujadas a mano e imágenes fotorrealistas.

Cuando se le preguntó por la acogida del trabajo generado por IA por parte de los clientes, Monson explicó que aún no se había producido ninguna reacción en contra. Hizo hincapié en que su agencia vendía el tiempo de los equipos creativos y no pretendía sustituirlos por herramientas de IA, ya que socavaría su modelo de negocio. Sin embargo, reconoció la ventaja competitiva que supone saber utilizar las herramientas de IA con eficacia.

La creatividad de la IA es crucial para la industria, cuando se mezcla con la aportación humana

Se debatió también sobre la importancia de combinar la creatividad de la IA con la aportación humana y sobre el futuro de las herramientas de IA generativa en el sector creativo. Monson creía que, en los próximos cinco años, Internet se llenará de contenidos de baja calidad generados por la IA, por lo que es crucial que la gente elija fuentes de información fiables.

La agencia de marketing de Monson había completado recientemente un experimento de 90 días con los becarios de IA Aiden e Iko, probando su eficacia en el trabajo profesional. Pasando a la segunda fase, la agencia estaba considerando convertirlos en miembros permanentes del equipo. Monson imaginaba un futuro en el que los creativos tendrían herramientas de IA generativa siempre abiertas en sus navegadores, ayudándoles en su trabajo.

En cuanto a las cuestiones éticas que rodean a las herramientas de IA, Monson dijo que siempre habría presión para innovar y adoptar nuevas tecnologías. En su opinión, las empresas tecnológicas deberían integrar las herramientas de IA en los productos existentes para que el campo sea más seguro y menos amenazador.


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