El 11 de febrero se conoció la decisión del conglomerado CCIA (Asociación de la Industria Informática y de las Comunicaciones), que incluye entre otras a Nokia, Kodak, NTT, Sun, AOL y Oracle, de interceder ante la Unión Europea con el fin de poner fin a la presunta competencia desleal que representa el producto Windows XP de Microsoft.
En una conferencia de prensa realizada el 12 de febrero, CCIA explicó su interés por solicitar a la UE que fraccione a Microsoft en dos o más compañías de menor tamaño. El requerimiento se sustentaría en una nueva ley comunitaria adoptada en 2002, que faculta a la Comisión Europea a imponer medidas estructurales o conductuales específicas para determinados delitos, necesarias para poner fin a los mismos.
Anteriormente, la Comisión sólo ha estado facultada a aplicar multas. El concepto de medidas estructurales no implica necesariamente una reorganización de la compañía, pero una alteración de Windows XP pudiera ser hacedera.
Un portavoz de la UE señaló a los medios que el requerimiento interpuesto por CCIA será estudiado de manera independiente a la queja presentada por Sun hace tres años.
Microsoft, por su parte, comentó que el requerimiento de CCIA no contiene elementos que no hayan sido ya estudiados y resueltos por el sistema judicial estadounidense.