Evaluar. Crear. Desplegar. Gestionar. Cada CIO es ahora un gestor de la nube

“El software se está comiendo el mundo” – Marc Andreessen, 2011. “El open source sigue comiéndose el mundo” – Deutsche Bank, 2015.

Hace una década, Marc Andreessen proclamó que el software se estaba comiendo el mundo. Esta afirmación se produjo en un momento en el que las startups de las redes sociales se estaban convirtiendo en gigantes y el cloud computing era todavía una tecnología emergente. La revolución del software introdujo una oleada de innovación y planteamientos que han impulsado la transformación de todos los sectores.

Unos años después, esta afirmación cambió: el software de código abierto se estaba comiendo el mundo, y el Deutsche Bank señaló en 2015 que había “rivales de código abierto para casi todos los principales mercados de software de infraestructura y de gestión de datos”. Red Hat siempre ha creído en la innovación del código abierto; es lo que nos hace ser Red Hat. Ver cómo la industria adopta los modelos de desarrollo de código abierto ha sido apasionante. Siempre ha sido bueno ver más opciones de código abierto y más contribuciones a los proyectos de código abierto, ya que da lugar a más variedad y a una mejor y rápida innovación. A partir de ahí, como se suele decir, “todo sucedió muy rápido”.

“Cada empresa es una empresa de software”

  • Lo dice todo el mundo en tecnología desde 2016 a día de hoy

La transformación digital comenzó a afianzarse, las aplicaciones mandaban y todas las empresas se convirtieron en empresas de software. Retailers como Walmart y fabricantes de equipos como John Deere abrieron laboratorios de innovación que hacían hincapié en el desarrollo de las aplicaciones, las mismas que se reproducían frecuentemente sobre el software de código abierto que luego volvía a las comunidades e impulsaban al código abierto como un activo de la era digital.

Pero ahora, en 2020, la pandemia ha dejado claro que no podemos limitarnos a crear aplicaciones, sino que también debemos encargarnos de ejecutarlas. El Covid-19 obligó a las organizaciones a acelerar sus esfuerzos de transformación digital para impulsar nuevas innovaciones y satisfacer las demandas de los clientes. De hecho, en nuestro informe El estado del open source empresarial de 2021, la transformación digital se encuentra entre los tres principales usos que se le da al código abierto empresarial, junto con la modernización de TI y el desarrollo de aplicaciones. La relevancia del cloud computing y los servicios always-on significa que las organizaciones empresariales se decantan cada vez más por la nube híbrida como modelo operativo. La combinación de servicios de múltiples nubes públicas en la infraestructura del centro de dato y las cargas de trabajo locales (on-premises) que se extienden al mismo tiempo hacia el edge crean la nube híbrida, y no es una hazaña pequeña: para ello hace falta nuevas competencias, nuevas herramientas y nuevas estrategias.

En resumen, no basta con considerar a cada empresa como una empresa de software. Ahora, todo CIO es un gestor de la nube.

¿Estoy diciendo que cada organización empresarial es el próximo hyperscaler? Por supuesto que no. Pero piense en la combinación de hardware, aplicaciones, entornos virtuales, servicios en la nube existentes e infraestructura asociada que supervisa el CIO medio. Puede que no esté al mismo nivel de lo que consideramos “nube”, pero eso no hace que sea menos. Nuestros centros de datos están en camino de estar compuestos por cientos de nubes únicas, y cada organización necesitará tener las plataformas, las herramientas, los procesos y las personas para operar eficazmente en estos diversos escenarios.

Todos los CIO y sus respectivas organizaciones deben comprender que controlan su propio destino en la nube. Sabemos cómo crear para la nube, pero ahora tenemos que saber cómo ejecutar la nube a escala.

Se trata de servicios en la nube Y aplicaciones

Desde que empecé a trabajar en TI, la “elección” ha sido un componente crucial de la toma de decisiones de TI. Un CIO no planifica de la nada ni sólo para hoy. La dirección de TI tiene que prever cómo una decisión que puede parecer sencilla en este momento puede suponer en el futuro una complejidad tremenda, incapacidad para competir o incumplimiento de la normativa del sector en evolución. Esto significa que la elección y la flexibilidad han sido consideraciones clave en años anteriores, pero siguen siendo aún más importantes hoy en día, incluso cuando los CIOs adoptan un papel como gestor de la nube.

Apostar por los servicios en la nube puede parecer fácil, pero como estrategia global, es una apuesta de futuro que pocos CIOs están haciendo para dotarse de la máxima flexibilidad en un mundo que cambia rápidamente. Mantener un gran centro de datos que está repartido en varias ubicaciones, y también en varias nubes, requiere un personal de TI altamente cualificado y puede suponer un coste considerable. Adoptar un enfoque híbrido ofrece un equilibrio, tanto tecnológico como económico, pero sin una base consistente de nube híbrida, hay enormes dificultades en la combinación de servicios locales (on-premises) y en la nube, a lo que se suma el riesgo de stacks incompatibles.

No hay una única respuesta correcta para cada CIO como gestor de la nube, al igual que no había una única respuesta correcta cuando nuestra “única” preocupación era desarrollar un software. Por ello, la elección y la flexibilidad deben respaldar cada decisión que tomemos: los CIO deben ser capaces de desarrollar, operar y asegurar cientos, miles o cientos de miles de cargas de trabajo en múltiples entornos, una tarea increíblemente compleja que no debe afectar a la producción ni suponer flujos de trabajo aislados.

Esto hace que sea imprescindible que la próxima fase de soluciones de TI fluya sin esfuerzo a través de la nube híbrida, desde el servicio en la nube hasta las aplicaciones del centro de datos y viceversa. Tanto si se trata de un servicio gestionado o de un despliegue on-premises, estas cargas de trabajo deben ser precisamente eso, cargas de trabajo, que los CIO, como gestores de la nube, puedan ejecutar donde, cuando y como lo necesiten.

Más allá del centro de datos… y más allá de la nube

Para los CIO que mantienen centros de datos tradicionales (y eso quiere decir casi todos los CIO), la noción de centro de datos también se está expandiendo horizontalmente. Aunque ya no es raro escalar las cargas de trabajo y los entornos a la nube pública, las demandas de las aplicaciones modernas y de los usuarios finales no encuentran una respuesta completa en el procesamiento y el análisis centralizados. El auge del edge computing viene de la mano del 5G en las telecomunicaciones, la inteligencia artificial (IA), la realidad aumentada, los vehículos como centros de datos, entre otros, llevando los recursos de cómputo a los edges más lejanos de las redes empresariales.

Ya he hablado antes de los dos factores clave que veo en el edge computing:

Simplemente no existe sin la nube híbrida.

La base del edge computing debe ser abierta o fracasará.

Los entornos de nube, los centros de datos y los dispositivos edge son entornos extremadamente diferentes, cada uno con necesidades únicas en cuanto a la gestión, la seguridad de la red y mucho más. Los gestores de la nube necesitan una base común que abarque estos diversos entornos, al igual que lo hicieron para conectar diferentes despliegues de la nube, entornos virtualizados y stacks de hardware. Esa base común ha sido, es y siempre será Linux y los contenedores Linux.

Para los gestores de la nube, Linux proporciona la conexión entre cada entorno de la nube híbrida abierta, incluido el edge. Poder trasladar las cargas de trabajo del edge al centro de datos y a la nube pública sin tener que cambiar nada de cada aplicación es vital y sólo es posible gracias a los estándares abiertos del kernel de Linux. Linux es la base de la nube híbrida, y también es la base del edge más lejano de la TI empresarial.

La evolución es algo más que cambiar las herramientas de software

Sin embargo, ser un gestor de la nube es algo más que adoptar e integrar nuevas tecnologías básicas. Se trata de entender lo que se necesita por encima y más allá de estas tecnologías para ampliar aún más sus operaciones en la nube a escala, así como de adquirir las habilidades internas para construir, gestionar, mantener y asegurar completamente estos entornos ampliados.

Desplegar con éxito las plataformas subyacentes para una estrategia de nube híbrida abierta es una cosa, pero conlleva más retos: seguridad, compliance, redes y gestión. Una nube no es un despliegue estático; cambiará y NECESITA cambiar para adaptarse a las necesidades empresariales dinámicas y a las demandas del mercado. Entender lo que su despliegue específico requiere ahora (y requerirá en el futuro) es la clave del éxito para los CIO como gestores de la nube.

Por último, los gestores de la nube necesitan que las competencias estén dentro de la organización para gestionar realmente sus nubes, sea cual sea la definición del término que elijan aplicar. Siempre serán demandadas las habilidades tradicionales de TI, pero es igualmente importante nutrir a los equipos para que aprendan y dominen las nuevas plataformas tecnológicas mientras construyen un catálogo interno de herramientas y mejores prácticas que son vitales para el éxito futuro. Un gestor de la nube que se esfuerza por lograr un éxito sostenible no puede subcontratar todo: hay cosas que debe aprender a hacer por sí mismo.

Por eso también estoy entusiasmado con la importante ampliación de la alianza de Red Hat y la Universidad de Boston que hemos anunciado en el Red Hat Summit, centrada en la investigación y las operaciones de la nube híbrida abierta a escala y en las inversiones en programas destinados a ayudar a crear talento de última generación capacitado en código abierto y tecnologías emergentes.

El nuevo centro de datos es la nube híbrida, compuesta por servidores bare-metal, entornos virtualizados, dispositivos edge y potencialmente cientos (o más) servicios en la nube. Los CIO son los recién acuñados gestores de estas complejas y vastos entornos de la nube, y necesitan las plataformas, las herramientas, los procesos y el personal para operar en estas nubes.

Al igual que Red Hat estaba preparada para ayudar a todas las empresas a convertirse en empresas de software, estamos aquí para ayudar a los CIO a adaptarse al nuevo mundo de las operaciones en la nube. El futuro es híbrido, y nosotros también.

Por Paul Cormier, presidente y CEO de Red Hat


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