SANTIAGO: Una de las mayores necesidades de las empresas que deseen participar de la nueva economía globalizada es un software con fuerte poder de gestión y administración, que permita ejecutar y controlar todos los procesos críticos, permitiéndoles competir de igual a igual con las compañías extranjeras. Milenio, el ERP desarrollado por iUn0, ha demostrado
su potencia para mejorar todos los procedimientos -desde la producción hasta el despacho- generando mayor valor en los procesos estratégicos de la compañía.
Los nuevos tratados de libre comercio nos obligan a competir con empresas extranjeras que ya han asimilado completamente la tecnología en su administración, mejorando los procesos, comunicación interna y productividad. Por ello, cualquiera que se plantee como meta ser parte de los nuevos mercados debe automatizar y definir claramente su funcionamiento, señala Leonardo Muñoz, Gerente de Soluciones de iUn0.
La decisión de adoptar un ERP puede generar focos de resistencia, que van desde el temor a los juegos de poder al acostumbramiento a un sistema obsoleto o por el temor de algunos a ser amenazados como persona dentro del sistema, producto del seguimiento laboral que pueda afectarlo.
Según el ejecutivo, es necesario que quieres lideren el proceso de transición sean el gerente general y los jefes de sección, organizando al equipo y transmitiéndoles la importancia y las repercusiones del cambio. Algunos de los ítems a considerar cuando se toma la decisión son:
1. Tener conciencia, claridad y unanimidad respecto de la necesidad de cambio, indicando claramente los problemas que se atacarán y cuál será el beneficio para la organización.
2. Definir los objetivos y metas que se pretenden con el ERP.
3. Desprenderse del pasado y sólo enfocarse en la nueva realidad.
4. Tener conciencia de que el proceso no es momentáneo ni lento, es urgente
y debe hacerse ahora.
5. Quien encabece la operación debe poseer liderazgo político dentro de la
organización y estar alineado con el proveedor tecnológico.
6. Estructurar un plan de trabajo coherente, claro y medible.
7. Crear la estructura necesaria para enfrentar el cambio de sistema
administrativo.
8. Se deben indicar clara y honestamente los logros y las falencias, a
medida que avanza el proceso de implementación del ERP.
9. Se deben esquematizar las fases de acción, indicando cuándo parte el
cambio, cuándo termina y cuándo se entrará en una etapa de calma.
De este modo, a pesar del caos o rechazo inicial que pueda provocar la media, lo importante es mantener la calma y tener presente que los objetivos planteados en este proceso consolidarán a la compañía y serán un puente para ser protagonista en la nueva era económica y comercial, recalcó Muñoz, en un comunicado de iUno.
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