El falso dilema: potenciar la transformación o defender la cultura organizacional

Si el futuro es siempre esa incógnita que las organizaciones intentan develar, no hay dudas de que la capacidad de adaptación es la esencia para enfrentarlo.

Dos prioridades están en pugna. Por un lado, el imperativo de estar cerca de las tendencias del mercado, de seguirle el ritmo a la disrupción digital que se aceleró con la pandemia. Por el otro, la necesidad de robustecer internamente a las organizaciones, defender los valores y los drivers en este nuevo contexto, que incluye una mayor virtualidad, con lo que eso significa para el clima en las empresas.

Estos desafíos, potenciar la transformación y fortalecer la cultura organizacional, son dos de las principales conclusiones de Sentinel Report, un informe anual de tendencias digitales que Globant -el unicornio digital latinoamericano que ofrece soluciones de tecnología innovadoras- comparte todos los años con la industria y el público general.

Los conceptos se basan en datos de la nueva normalidad. A un año del comienzo de la pandemia, el 91% de los responsables de la toma de decisiones comerciales dicen que sufrieron cambios significativos o extremos en el 2020. Y que el 94% de estos referentes está de acuerdo con que la organización ahora “está enfocada en la innovación”.

Lo interesante es que los resultados de la encuesta a 150 líderes de estrategia de grandes empresas, indica que el 94% también está de acuerdo con que “mantener una cultura empresarial robusta durante el trabajo remoto es esencial para el éxito”.

Si el futuro es siempre esa incógnita que las organizaciones intentan develar, no hay dudas de que la capacidad de adaptación es la esencia para enfrentarlo. La paradoja es que la necesidad de mirar hacia afuera, las tendencias, no puede olvidar la necesidad de mirar hacia adentro, a la cultura organizacional.

El factor cultural tiene un impacto monumental en resultados y talento, los equipos altamente comprometidos logran un 21% de aumento en las ganancias, dice un estudio de Gallup. Y de hecho más del 77% de los candidatos para un puesto considera que la cultura de la empresa determina en cierta medida si aceptarán o no el trabajo,

No se trata de resignar velocidad sino de construir capacidad interna de adaptación. Y eso puede ser un desafío. El 60% del ausentismo laboral se atribuye a estrés psicológico y desgaste relacionado con el estrés, indica otra estadística, en este caso de Forbes. Retener al talento a pesar del contexto acelerado es fundamental para mantener una cultura y acá otro dato aparece como revelador: el 77% de los empleados que renunció a su trabajo podría haber sido retenido por su empleador, consigna The Work Institute.

Las empresas deben entonces aprender a observarse a sí mismas, entendiendo sus valores y percibiendo la evolución como un proceso de adaptación entre viejos y nuevos enfoques. Convivir con las contradicciones entre lo antiguo y lo nuevo se vuelve imprescindible para entender cómo evolucionar. Y la transformación a menudo surge de una crisis que integra ambos aspectos.

La cultura es el recurso más valioso de una organización. Y el desafío es diseñar una que sea moderna, flexible y aumentada. A un año del comienzo de la pandemia, este desafío parece cada vez más urgente.

Por Ignacio Iglesias, Managing Director de Globant Perú


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