Un ciudadano cada día mejor informado gracias a Internet, donde encuentra información muy variada (a veces de dudosa calidad) sobre enfermedades, tratamientos, medicamentos, estilos de vida, y un largo etcétera. Curiosamente la información médica de ese propio ciudadano reside en papel, de forma dispersa y fragmentada en muchos hospitales, clínicas y centros de salud.
La gestión de la información se convierte en un factor clave para transformar este complejo y vital sector de cualquier economía que es la salud. Para empezar se requiere registrar cada transacción de un paciente, desde que nace hasta que muere, a través de su paso por todo el sistema de salud, desde el centro de primer nivel de atención, hasta los episodios agudos que requieren atención en el segundo o tercer nivel, e incluyendo todos sus antecedentes familiares, estilos y hábitos de vida, sus vacunas y sus tratamientos a lo largo de su ciclo de vida. Registrando toda estos datos contaremos con un registro completo sobre la historia y evolución del ciudadano que nos permitirá tomar decisiones medicas eficaces y eficientes cuando el paciente lo requiera. Registrando toda esta información, y consultando con bases de datos especializadas, seriamos capaces de generar alertas al personal clínico sobre alergias o reacciones adversas que puedan producir ciertos medicamentos en dicho paciente, haciendo la práctica clínica mucho más segura. Si toda esta información estuviese disponible en la red, garantizando el acceso al personal clínico convenientemente identificado y registrado, el paciente no debería preocuparse porque sufra un episodio médico lejos de su casa, donde está el centro de salud y los médicos que lo conocen y lo tratan. Aún más, registrar la información no de uno, sino de todos los ciudadanos de un municipio, estado y país, permite conocer con gran exactitud los patrones de morbilidad y mortalidad de la población y diseñar programas de salud mucho más ajustado a las realidades locales y regionales.
Todos estos, y muchos más beneficios son los que lograríamos con la implementación del Expediente Clínico Electrónico (ECE). Y es por eso que el mundo entero se ha puesto en marcha, y México no es una excepción, aunque falta muchísimo por andar. Implementar un ECE se convierte entonces es un proyecto transformador, un proyecto vital para el sistema de salud y para la sociedad en su conjunto. Sin embargo este proceso no está exento de dificultades. No se trata solo de comprar un software y empezar inmediatamente a trabajar en el ECE. Implantar un ECE es un proyecto que requiere una visión integral, que parte desde la visión clínica y que requiere el apoyo decidido de los líderes institucionales de nuestros municipios y estados. Un Expediente requiere buenas infraestructuras de comunicaciones, buenos equipamientos informáticos, así como una visión crítica de como organizamos los procesos y como manejamos los recursos en los centros de salud, en las clínicas y hospitales que están bajo nuestra dirección. Requiere también un largo y necesario proceso de comunicación y formación al profesional de la salud, acostumbrados a trabajar en papel y muchas veces bajo presión, para que cambien la forma de hacer las cosas en beneficio del paciente y de hacer un trabajo de más calidad y seguridad. Por último, requiere una explicación a nuestros ciudadanos, que deben entender el enorme potencial que tienen estos sistemas sobre su propia salud y la de su entorno. Los líderes del país deben entonces ser conscientes que el ECE es una necesidad impostergable pero también un proceso complejo que requiere altos niveles de inversión y sobre todo, equipos profesionales dedicados y experimentados.
En everis creemos firmemente que es imposible ofrecer la misma solución a cada municipio y estado del país. Cada hospital o centro de salud tiene sus propias particularidades, determinadas por muchos factores como la población que atiende y su entorno socio económico y cultural; la forma en que se financia; su nivel de complejidad; la existencia o no de infraestructuras básicas para su funcionamiento; y la complementariedad con otros centros de salud cercanos. Es importante también entender la infraestructura técnica del centro, sus redes de comunicación y de datos para estudiar y proponer una solución de ECE que se ajuste a su realidad especifica. Es imposible suministrar un ECE como se suministran otros insumos materiales u otros servicios. Por ello, en everis hemos creado un concepto de ECE modular, único en el mercado, donde nos adaptamos a la singularidad del nuestros clientes, ofreciendo soluciones únicas para clientes únicos. Nuestro ECE, denominado ehCOS, está diseñado y construido como piezas que convenientemente ensambladas como si fuera un juego de Lego, entrega una solución que se ajusta a la realidad del cliente. ehCOS, premiado como la solución más innovadora de Latinoamérica en el 2012, y dado su carácter flexible y escalable, permite informatizar completamente desde un centro de salud del primer nivel de atención, hasta hospitales de alta especialización con la mejor relación costo beneficio del mercado.
ehCOS además permitirá a los municipios y estados del país estar preparados para intercambiar información clínica de su población con otros municipios y estados, garantizando desde ahora el próximo gran paso y reto de la salud a nivel nacional que es la interoperabilidad y la potabilidad real de los servicios de salud.
La informatización del sector salud garantiza eficiencia en los procesos y sobre todo el acceso a información oportuna en el momento preciso, elementos básicos para la toma de decisiones. El Expediente Clínico Electrónico implica una mayor y mejor atención sanitaria, un control más exhaustivo sobre los problemas de salud de la población, una mayor seguridad de los pacientes, una reducción de los tiempos de espera, un aumento de la precisión diagnóstica debido al intercambio multidisciplinar de información, al mismo tiempo que se controlan y se gestionan adecuadamente los costos. Nuestro producto ehCOS puede ayudar a lograr todos estos objetivos en beneficios de la población.
Por Mario Chao, Director Global de la práctica de salud de everis