Hoy en día las razones económicas son razones de peso para la externalización. Desde que el papel del CIO ha cambiado y su perfil se alinea directamente con el enfoque de negocio de las compañías, su rol técnico ha dado paso a un papel más financiero y más labores de gestión.
El ahorro de costes, el TCO o el ROI son términos habituales para CIOs. En un análisis para conocer cuáles son los principales inhibidores para externalizar servicios TIC, entre ellos los CPDs, los CIOs han respondido cuáles son sus principales preocupaciones: principalmente económicas y tecnológicas, y en segundo lugar de seguridad y flexibilidad.
En concreto, lo más valorado a nivel económico al externalizar el centro de datos es el menor Coste Total de Propiedad, seguido de la mejora en la gestión de los costes del CPD. Atrás, con tan solo un 2 sobre 5 en puntuación aparece el conseguir una mayor eficiencia energética. En el aspecto tecnológico, les interesa contar con un proveedor que solucione la falta de recursos en su propio CPD como el espacio, la potencia eléctrica o el personal, y acceder a servicios de conectividad de mayor calidad: más ancho de banda, menor latencia, mayor disponibilidad.
Los que no externalizan, se lo pensarían siempre y cuando, haya razones económicas de de peso que avalen la decisión, como el menor coste total de propiedad. Y de nuevo esta vez con un 1,5 sobre 5, se encuentra la mejora en la eficiencia energética.
Por lo que se ve, el consumo eléctrico y conseguir una mayor eficiencia energética no está en las agendas de CIOs. Y ¿por qué? Pues porque el consumo eléctrico sí entra dentro de su responsabilidad en los costes de facilites de los CPDs, pero no le dan relevancia y no se hace seguimiento, así que en este apartado cae hasta el penúltimo lugar solo antes del coste del espacio que ocupa el CPD. También hemos preguntado por su conocimiento de estos gastos y su respuesta ahora sí aparece en el último lugar con un 36% de las respuestas, superada por: el coste del espacio (50%), la seguridad física (60%), la amortización de la inversión (74%), el mantenimiento de las instalaciones (84%) y el personal técnico (90%).
Así que creo que se puede afirmar que el consumo eléctrico es el gran olvidado. Sin embargo, sus costes no son para olvidar, de hecho, pueden dar hasta pesadillas. Lo que ocurre es que si se contabiliza como suele suceder como gastos generales, entonces, el CPD no consume y no es un coste del que haya que preocuparse.
Craso error, y más cuando se está haciendo un llamamiento por parte de instituciones y organismos internacionales y se están poniendo en marcha medidas que ayuden a reducir ese consumo eléctrico (aquí también deberíamos de incluir a las AAPP que tampoco tienen en cuenta el alto coste eléctrico de sus CPDs porque lo desconocen).
La conclusión es que cuando desconoces algo, no te preocupas por ello, y te centras en otros aspectos que están más relacionados directamente con lo que se considera importante. Un menor coste total de propiedad es fundamental, no lo dudo, pero también tener en consideración otro tipo de gastos que aunque no los veamos, están ahí.
Autor: Robert Assink, Director General de Interxion en España