Tal línea de acción será aplicada mediante una ley denominada Y2K Act (Ley sobre el Y2K) que establece claras delimitaciones a las querellas que ocasionará el cambio de milenio. La ley ya ha sido aprobada por ambas cámaras legislativas estadounidenses, por lo que tendrá plena vigencia una vez publicada en el diario oficial de ese país.
Por ejemplo, las compañías del área informática tendrán un plazo de 90 días contados desde la detección de un error, para corregir el daño y compatibilizar los sistemas afectados. En caso de cumplir tal cometido, el cliente sencillamente no podrá querellarse contra ellas.
En un comunicado de la Casa Blanca, el presidente Bill Clinton dice confiar en que la Ley Y2K desbaratará las demandas frívolas, sin bloquear las exigencias legítimas de indemnización.
La ley ha sido criticada por organizaciones de protección del consumidor, por considerar que perjudica a sus representados, a la vez que da al sector corporativo una oportunidad de eludir responsabilidades.