La iniciativa de Garvey apunta a tranquilizar a los pasajeros de avión que pudieran sentir temor a viajar ese día ante la eventualidad de que los aviones o sistemas en tierra experimenten errores informáticos con consecuencias fatales.
Así, la directora se encontrará a bordo de un avión, cubriendo el tramo Washigton-Dallas la medianoche (GMT) del 31 de diciembre de 1999.
En tal contexto, la FAA recuerda que el tráfico aéreo estadounidense está asegurado contra posibles problemas informáticos vinculados a la transición al 2000.