La semana pasada, el banco estadounidense First Union despidió a siete de sus empleados por haber enviado, entre si o a terceros, mensajes de correo electrónico con archivos pornográficos anexos.
El intercambio del material obsceno fue descubierto por la gerencia del banco al tomar conocimiento de que el intenso intercambio de mensajes entre los siete empleados aludidos ocupaba considerables recursos del servidor de correo y del ancho de banda disponible.
Al realizarse la investigación correspondiente quedó demostrado que el material digital que fluía entre los ahora desempleados funcionarios era de corte altamente obsceno, lo que decidió su despido inmediato.