Según la Comisión, la compañía ofrecía a los visitantes de sus sitios pornográficos un paseo gratuito si comprobaban primero ser mayores de edad, para lo que tenían que proporcionar un número de tarjeta de crédito. De esta manera, la compañía hizo cargos entre $20-$90 mensualmente a miles de visitantes, durante tres años.
En la demanda también se señala que Crescent cambió varias veces de razón social, número telefónico, así como de bancos que procesaban los cargos, lo que hizo más difícil a los afectados reclamar sobre los cargos fraudulentos.
Los representantes de Crescent no han hecho ningún comentario al respecto.