Científicos de la Universidad de Oklahoma han demostrado que es plenamente posible almacenar imágenes y datos a nivel atómico en una molécula. Aunque la primera imagen lograda con este procedimiento es en blanco y negro, con dimensiones de 32 por 32 puntos, para los científicos fue posible almacenarla en secuencias binarias de 0 y 1, por lo que es perfectamente legible para un procesador.
La técnica ha sido bautizada como fotografía molecular y las proyecciones de los científicos son hacer posible almacenar enormes cantidades de datos en un espacio físico microscópico.