Con millones de consumidores adoptando las compras en línea, los minoristas tuvieron que cambiar su logística para satisfacer el aumento extraordinario de la demanda. En este artículo el integrador logístico A.P. Moller – Maersk examina el impacto del COVID-19 en la logística del comercio electrónico y lo que significa para las cadenas de suministro ahora y en el futuro.
Las ventas de comercio electrónico han estado creciendo rápidamente, casi duplicando su participación en las ventas minoristas globales en los últimos cinco años. Según la firma británica Verdict, el año pasado Amazon superó a Walmart como el minorista más grande de EU, con ventas globales en línea que representan 14.1 % del mercado y se prevé que alcancen el 22 % para 2023.
No obstante, la tendencia general de los minoristas ha sido hacia una combinación omnicanal en línea y fuera de línea, que maximiza los puntos de entrega de última milla para el consumidor. Del mismo modo, los minoristas de comercio electrónico están adquiriendo ubicaciones físicas y los jugadores clave han comenzado a invertir en estrategias físicas.
A partir del COVID-19 es probable que la necesidad de que todos los minoristas mejoren sus ofertas en línea y adopten un enfoque omnicanal siga ganando impulso y, como resultado, conduzca a una mayor evolución de las cadenas de suministro minoristas y la visibilidad de la cadena de suministro.
Pandemias y comercio electrónico
En el pasado se ha visto que crisis sanitariasrce como la COVID-19 pueden tener un impacto significativo en el comportamiento del consumidor. A nivel mundial el mayor impulsor del crecimiento del comercio electrónico global ha sido China. En 2019 el comercio electrónico representó solo 10.9% de los ingresos minoristas totales en EU, mientras que en China fue de 35.3% y se preveía que esa cifra (antes de la COVID-19) alcanzara 64% para 2022.
Un punto de inflexión fue el brote de SARS en 2002-2003, que provocó un cambio significativo en el comportamiento de los consumidores. Como millones de personas se vieron obligadas a comprar en línea, las cadenas de suministro tuvieron que evolucionar rápidamente y catapultaron la industria a un ritmo sin precedentes. Esta tendencia continuó y hoy en día se considera que China tiene una de las redes logísticas de comercio electrónico más avanzadas.
A raíz del COVID-19, con millones de consumidores aislados, se ha visto un fuerte aumento en las ventas globales de ecommerce. Los volúmenes globales de transacciones minoristas en línea aumentaron 74% en marzo en comparación con el mismo período del año pasado y entre el 1 de enero y el 12 de abril los ingresos minoristas en línea aumentaron 70% en América del Norte, mientras que en Europa las marcas tuvieron un promedio de 40% a 80% de crecimiento interanual. Según un estudio de Kantar, el número de personas que realiza 50% o más de sus compras online ha crecido entre 25-80% desde el inicio de la pandemia y 6 de cada 10 consumidores tienen la intención de seguir comprando en línea.
Los minoristas en línea llevados al límite
El enorme aumento de la demanda está aumentando la presión sobre las instalaciones de distribución, retrasando los envíos y estirando las cadenas de suministro hasta el punto de que los gigantes del comercio electrónico están al límite. El minorista en línea Rakuten experimentó un aumento de los pedidos en línea de 151% durante la semana del 12 al 15 de marzo, mientras que la aplicación de comestibles Instacart experimentó un aumento de las descargas de su aplicación en 218% en marzo, junto con un crecimiento de 15% en el tamaño promedio de las canastas.
Como resultado, muchos minoristas se han visto obligados a suspender servicios como la entrega en el mismo día y al día siguiente, con un nivel de demoras y tiempos de espera normalmente reservados para el período navideño.
Superando los retos del comercio electrónico
Al implementar una estructura logística que admita al comercio tradicional y al electrónico, los minoristas pueden incrementar sus negocios, pero primero deben reinventar sus cadenas de suministro. Según un estudio de 2021 realizado por McKinsey, las ventas a través de canales digitales aumentaron 160% entre 2014 y 2019. Solo en EU las ventas digitales aumentaron 40% entre 2020 y 2021.
Un gran desafío logístico con esta experiencia omnicanal es que la ubicuidad de los mercados digitales significa que los clientes realmente pueden elegir su propia experiencia cuando se trata de comprar y devolver, alternando entre tiendas minoristas físicas y en línea. La cadena de suministro debe anticipar y atender estas complejidades para brindarle al cliente la experiencia que busca.
Se necesita un enfoque nuevo e innovador para el cumplimiento del comercio electrónico. Desde el marketing y la adquisición de talento hasta la gestión de datos y los trámites aduaneros, los cambios en los marcos operativos existentes no permiten a los minoristas la suficiente agilidad para navegar en el espacio del comercio electrónico en constante cambio. Al trabajar con un integrador logístico como A.P. Moller – Maersk, los minoristas pueden garantizar un abastecimiento de productos más eficiente e incrementar el alcance de su oferta.
En un mundo de panoramas logísticos en constante cambio, la resiliencia, la agilidad y la flexibilidad son clave para mantener el nivel de servicio que las marcas han trabajado tan duro por alcanzar. Las cadenas de suministro pueden ser la fortaleza de una empresa o el talón de Aquiles; un buen socio puede ayudar a la expansión y el crecimiento, ayudando a las empresas a solventar obstáculos inesperados como la congestión en los puertos, brotes pandémicos y retrasos en partes clave de la cadena de suministro.