Crear un vínculo de confianza sería la clave para la armonía entre humanos y robots, asegura experto

Ingeniero de IA aboga por un modelo de colaboración entre humanos y máquinas, en lugar de una estrategia de sustitución.

Tariq Iqbal, profesor adjunto especializado en ingeniería de sistemas e informática de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Virginia, cree que es posible una colaboración armoniosa entre humanos y robots si se establece un “vínculo de confianza”. Esta perspectiva contrasta fuertemente con las narrativas apocalípticas que suelen presentar otros expertos en la materia.

El análisis de Iqbal fue compartido en un reciente comunicado de prensa publicado por la Universidad. Iqbal explica: “El objetivo general de mi investigación es constituir un equipo humano-robot eficiente en el que ambas entidades compartan el mismo espacio físico, los mismos recursos y el mismo entorno. La hipótesis subyacente es que tal configuración dará resultados que superarán lo que un humano o un robot podrían lograr individualmente”.

Para lograrlo, hay que cultivar un vínculo de confianza entre humanos y robots, recalca Iqbal. “¿Puede un robot medir el nivel de confianza que un humano deposita en él? ¿Puede ajustarse a ese nivel de confianza?”. Y añade: “Si soy un trabajador de fábrica que infravalora las capacidades de un robot, lo infrautilizaré”. Por eso la confianza es esencial.

Iqbal profundiza: “Cuando delego una tarea en un equipo humano, confío en que el que lo hace puede ejecutarla”. Sin embargo, existen obstáculos en el camino hacia este ambicioso objetivo, uno de ellos el reto de que los robots entiendan las expresiones humanas.

Iqbal admite: “La complejidad del comportamiento humano siempre evoluciona, lo que dificulta enormemente la comprensión de las intenciones humanas. Los humanos se expresan de innumerables maneras, por lo que es un reto enseñar a las máquinas a interpretar la intención humana con precisión”. Las expresiones humanas son inmensamente variadas, lo que complica aún más la situación, agrega el experto, quien prosigue: “Las palabras que utilizo no son los únicos vehículos de mis mensajes. Los gestos no verbales también transmiten mucha información. Si digo: ‘Dame eso’ y señalo un objeto, entender mi intención requiere algo más que procesar mis palabras”.

Por eso, los robots de Iqbal se entrenan utilizando un enfoque de “aprendizaje de representación multimodal”. Esta técnica incorpora mensajes verbales, gestos no verbales y detección fisiológica humana. Esta metodología, afirma Iqbal, puede permitir a los robots prestar un mejor apoyo a los humanos. El experto concluye señalando: “El papel principal del robot debe ser ayudar al ser humano, no sustituirlo. Nuestro objetivo debe ser identificar las áreas en las que el ser humano necesita ayuda y construir robots que le ayuden en ellas”.

Ilustración: Captura, sitio de la Universidad de Virginia


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