Antes de retirarse, el juez Thomas Penfield Jackson hizo presente a las partes querellantes, el Departamento de Justicia (DOJ) y otros 19 estados, y a la parte demandada, Microsoft, la posibilidad que tienen de llegar a un acuerdo extrajudicial en cualquier momento, previo a su dictamen, que se espera para comienzos del próximo año.
Previo al cierre de las audiencias, uno de los abogados de Microsoft hizo nuevamente mención al hecho de que la asociación entre America Online y Sun Microsystems para la compra de Netscape ha resultado en el surgimiento de un competidor agresivo en el mercado del software, lo que no justificaría el juicio antimonopolios en su contra.
En opinión de Microsoft, el Departamento de Justicia no pudo probar que las prácticas corporativas de la compañía, al margen de cualquier interpretación de la competencia o de las propias autoridades, no han perjudicado al consumidor final, antes por el contrario, estos se han visto beneficiados.
Tal opinión no fue compartida por Joel Klein, abogado del Departamento de Justicia, quien citado por Techweb habría señalado que la evidencia presentada demuestra que Microsoft ejerció una amplia gama de comportamientos ilegales. Recurrieron a todo truco posible para proteger su monopolio. Usaron la intimidación, intentos de maquinación, contratos excluyentes y el boicot para no participar de su tecnología a quienes no les siguieran el juego.
Y aunque concluyeron las audiencias en los tribunales, los dimes y diretes del prolongado juicio antimonopolios continuarán durante los próximos meses, hasta que el juez presente su fallo definitivo, a comienzos del nuevo milenio.