El buzón de correo electrónico de la redacción de un periódico en línea es blanco predilecto de todo tipo de anuncios, spam, campañas, etc. Hoy recibimos un mensaje de uno de nuestros lectores, que con la mejor de las intenciones nos reenvía una urgente solicitud de ayuda, recibida por él mismo vía e-mail de parte de sus conocidos. En otras palabras, se trata de una cadena que circula entre los usuarios hispanohablantes de Internet. Nuestro lector, quizás con un pequeño asomo de duda, titula su mensaje con Podría ser verdad….
El mensaje está firmado por Silvia de Carranza, quien desde El Salvador relata: Mi esposo y yo hemos tenido una vida maravillosa juntos. Dios nos bendijo con un hijo. El nombre de nuestro hijo es Mauricio, tiene 3 años, hace mucho los doctores le descubrieron un cáncer en su ojo, no pudimos tratárselo como se debe debido a nuestros limitados recursos económicos. Con el tiempo este se ha extendido y esta a punto de llegar al cerebro. Hay solo una manera de salvar la vida de mi hijo. Esta es con una operación y un tratamiento muy costosos que le harían en el Hospital Shrine Children´s Hospital en Houston, sin embargo no contamos con los recursos suficientes para eso.
Hasta este punto, la información resulta sobrecogedora para cualquiera. Sin embargo, en el párrafo siguiente se advierte inmediatamente el engaño, y la capacidad de algunas personas los autores de la cadena de llegar a niveles insospechados de bajeza y manipulación de la buena fe.
El mensaje continúa señalando: Por eso, solicitamos ayuda a las más grandes empresas de Internet. AOL , ZDNET y AMAZON han estado de acuerdo en ayudarnos, pero como condición nos piden que enviemos esta carta a todas las personas que conozcamos y estas a su vez a sus amigos ya que AOL rastreara este E-Mail y por cada 3 personas que reciban este mensaje AOL nos donará US$ 32 centavos. Ayúdennos por favor!!!, estamos desesperados, 2 minutos de su tiempo le pueden salvar la vida a mi hijo. Mándalo a todo el mundo!!!!!!!!.
Hacia fines de la pasada década hubo cadenas similares, en que también se presentaban situaciones dramáticas, todas solucionables mediante el reenvío de correo electrónico a todos los conocidos. Invariablemente había un gran consorcio multinacional que estaba dispuesto a aportar unos centavos por cada mail enviado.
Lo cierto es que AOL no dispone de un sistema que haga posible rastrear los mensajes de correo electrónico en los términos que señala el mensaje, para establecer una estadística y pagar por cada vez que el mensaje es reenviado. La sola idea de que un sistema de rastreo pueda escanear y detectar, a través de proveedores de conexión y de servidores de e-mail de todo el mundo, un determinado mensaje para poder abonar una donación a una buena causa, resulta de partida absurda.
En rigor, es efectivo que existen sistemas gubernamentales de inteligencia, que permiten la vigilancia electrónica supranacional, como por ejemplo el estadounidense Echelon, que escanea buena parte del correo electrónico mundial, además de realizar escuchas de teléfonos y telefax. Sin embargo, este no es el caso de AOL, por lo que la única conclusión posible es que la citada cadena es un engaño, que inescrupulosamente plantea un tema conmovedor con el fin de motivar una cadena solidaria entre usuarios de buena fe.
Por eso, nuestra respuesta, ya enviada a nuestro lector, es que No, no es verdad.
Héctor Pizarro
Director
DiarioTi.com