Entre las posibilidades que ofrecen las puertas traseras figura el acceso a información altamente sensible gestionada por el servidor web, tales como datos de tarjetas de crédito. La función comentada, altamente ilegal y propia de hackers, fue creada por programadores de la propia Microsoft. El código radica oculto en un archivo del sistema, dificultando al máximo su detección.
La revelación, hecha por el periódico The Wall Street Journal, es bastante bochornosa para Microsoft, especialmente al producirse a los pocos días del fallo condenatorio del juez Penfield Jackson, por las prácticas monopolistas de la compañía. El periódico atribuye a un experto en informática apodado Rain Forest Puppy el mérito de haber detectado el nuevo escándalo de seguridad.
Microsoft asegura que el problema ha sido corregido y que el parche código reparador- correspondiente, ya se encuentra disponible en su sitio web. La compañía también sugiere a quienes usen las extensiones de FrontPage 98 borrar un archivo con el nombre dwwsr.dll.
Microsoft aseguró además que los programadores involucrados serán demandados ante la justicia ya que actuaron por cuenta propia y en contra de las políticas e intereses de la compañía.
Alrededor del 20% de los servidores web del mundo son operados con software de Microsoft.