Sin duda alguna, el poderío económico de Microsoft constituye una tentación irresistible para numerosos abogados que basan su práctica profesional en la protección y defensa de intereses de quienes se ven afectados por abusos de terceros. Para dar una idea del valor de Microsoft, basta señalar que si la compañía fuese un país, estaríamos hablando de la novena mayor economía del mundo.
Uno de los abogados estrella de la serie de procesos contra la industria tabaquera,Stanley Chesley, declaró al periódico Washington Post que su bufete ya había considerado aquellos aspectos del juicio contra Microsoft que pudieran resultar en demandas civiles contra la compañía.
En tal sentido, señaló que millones de personas han comparado el software de Microsoft, y que si ahora quedara demostrado que la compañía ha cobrado un precio excesivo por sus productos -basándose exclusivamente a su posición monopolista- es muy probable que se produzca una verdadera avalancha de demandas civiles en su contra.