Dicha suma forma parte de un paquete total de USD 2 mil millones, que la administración Clinton planea invertir en infraestructuras y mejoras informáticas en las entidades federales del país.
Uno de los elementos destacados es la intención de becar a especialistas en informática, comprometiéndoles así a trabajar por un período determinado para el Estado en labores de investigación y fortalecimiento de la seguridad de sistemas fiscales.
En televisión, Clinton se refirió al tema señalando que nunca ha habido una época como esta, en que hemos tenido el poder para crear conocimientos y el poder para destruir, y en que ambos poderes estén en las mismas manos (?). Haciendo referencia a las experiencias recogidas durante los preparativos para la transición informática al 2000, Clinton señaló que tales trabajos demostraron cuan interconectado está su país y el mundo en general. Todo, desde la red de suministro eléctrico nacional hasta los sistemas de control de tráfico aéreo, depende de las computadoras. Es imperativo que tales sistemas sean más seguros, para que EEUU pueda ser más seguro.
Por su parte, expresando lo serio del problema, el Secretario de Comercio, William Daley, señaló que es la primera vez en la historia de EEUU en que el gobierno federal no está en condiciones de proteger, por cuenta propia, las infraestructuras nacionales.
Con todo, sectores que defienden la libertad de expresión y la privacidad en Internet expresan escepticismo ante el posible surgimiento de un sistema estatal omnipresente y todopoderoso, que en nombre de la seguridad nacional tenga la facultad de intervenir arbitrariamente en los sistemas informáticos personales o corporativos.