Mientras que algunos modelos de impresoras nuevas son vendidos a precios extremadamente bajos, lo cierto es que los cartuchos de tinta rara vez se consiguen a precios de oferta. Claro está, tales productos son los que arrojan los mayores márgenes de ganancias para los fabricantes. Al adquirir una impresora de una marca y modelo determinado, el comprador se obliga a comprar cartuchos de tinta específicos durante toda la vida útil del producto.
La mayoría de los distribuidores no informa a sus clientes que los cartuchos de tinta instalados de fábrica en máquinas nuevas no vienen completamente llenos. Muchos distribuidores optarán por comentar lo anterior señalando que los cartuchos de las máquinas nuevas, aún a medio llenar, deben ser considerados un obsequio del fabricante al comprador.
Sin embargo, es conveniente tener presente que, en sus cálculos sobre conveniencia o desventajas de una compra, el usuario parte de la base que obtiene un cartucho de tinta de un valor deteminado al adquirir una impresora nueva. El cálculo entonces es irreal, ya que no está consiguiendo gratuitamente un producto de un valor determinado, sino en el mejor de los casos la mitad de tal valor.
Héctor Pizarro
DiarioTi