La empresa de seguridad informática rusa, Kaspersky Lab, ha sido acusada por la publicación de negocios Bloomberg de tener vínculos con los servicios rusos de inteligencia y seguridad. La publicación escribe que seis empleados y exempleados de la empresa habrían comentado que desde 2012 Eugene Kaspersky ha sustituido gran parte de la gerencia con personas estrechamente vinculadas a FSB, autoridad de seguridad rusa considerada sucesora de la KGB. Los cargos gerenciales más altos de la empresa son únicamente ofrecidos a rusos, según las fuentes.
Kaspersky Lab fue fundada por Eugene Kaspersky en 1997. Según la publicación, Kaspersky se había educado en una escuela financiada por la KGB y por el ministerio de defensa de la entonces Unión Soviética. Bloomberg agrega que Eugene Kaspersky continúa teniendo estrechos lazos con personas vinculadas a los servicios de seguridad, con quienes se reuniría incluso semanalmente.
Según Bloomberg, el abogado jefe de la empresa, Igor Chekunov, sería el contacto principal entre la empresa y el gobierno ruso.
Con el fin de fundamentar las acusaciones se señala que Kaspersky Lab frecuentemente publica revelaciones sobre el espionaje cibernético a cargo de gobiernos occidentales, pero que en grado mínimo revela las actividades paralelas de las autoridades rusas.
Posiblemente buscando una perspectiva ecuánime, Bloomberg escribe que este proceder de Kaspersky Lab -en el sentido de ser más benevolente con lo que ocurre en el país donde tiene su sede- en ningún caso es excepcional. En tal sentido, menciona a la empresa estadounidense FireEye, que desde que sus comienzos ha tenido estrecho contacto con la CIA estadounidense, que incluso ha invertido en la empresa. FireEye ha revelado ataques iniciados desde China y Rusia, pero según Bloomberg no ha publicado informes equivalentes sobre espionaje estadounidense.
Eugene Kaspersky ha descalificado categóricamente toda vinculación con los servicios de inteligencia rusa. En una declaración, la empresa dice cooperar con las autoridades de justicia en todos los países, siempre y cuando las solicitudes de información estén amparadas por las leyes locales o que se ajusten al Derecho internacional.
El propio Eugene Kaspersky publica el 20 de marzo en su blog un extenso artículo donde rebate punto por punto lo que califica de insinuaciones infundadas de Bloomberg. La nota, titulada “Guía práctica para el sensacionalismo” comienza señalando que un truco elemental para lograr un efecto sensacionalista es explotar la paranoia, lo que de paso aumenta el número de lectores. En tal sentido, escribe “somos una empresa transparente por lo que rechazamos categóricamente toda especulación sobre una posible participación muestra en conspiraciones. No tenemos nada que ocultar: estamos en el negocio de la seguridad, y para tener éxito en este rubro tenemos que estar abiertos al escrutinio”.
“Lamentablemente, hay ocasiones en que los periodistas publican algo sensacionalista sin tomar en consideración hechos evidentes o fácilmente verificables, contrarios a lo que postula su propio sensacionalismo, produciendo así artículos reñidos con su propia ética profesional. Algunas veces, este estilo de periodismo tabloide llega a publicaciones que normalmente tienen cierta calidad”. Kaspersky manifiesta su extrañeza frente al hecho que el artículo de Bloomberg fuese publicado poco después de que la empresa revelará el resultado de sus investigaciones sobre Equation Group.
Kaspersky indica que el artículo de Bloomberg es simplemente falso, y que consiste solamente de especulaciones, suposiciones y conclusiones injustas basadas en hechos incorrectos. En este punto, Eugene Kaspersky escribe “hasta acá llega la emoción, pero ahora miremos a los hechos, o más bien la falta de éstos”.
Respecto de la acusación en el sentido de que Kaspersky ve con mayor benevolencia o ignora el espionaje gubernamental ruso, Kaspersky cita una serie de informes sobre campañas de espionaje estudiadas por su empresa, que han sido atribuidas por observadores a ciber-espionaje ruso.
Luego, respecto de las acusaciones sobre sus vínculos con la KGB, escribe “NUNCA he trabajado para la KGB. Mi biografía detallada ha sido distribuida en todo el mundo y puede ser encontrada en Internet. Esta indica claramente que estudié matemáticas en una escuela patrocinada por el ministerio de energía atómica, el ministerio de defensa, la agencia soviética del espacio y la KGB. Después de titularme, trabajé para el ministerio de defensa como ingeniero de software durante varios años”.
Luego, descalifica categóricamente que personal de su gerencia tenga lazos estrechos con los servicios de inteligencia, o las Fuerzas Armadas rusas. Refiriéndose a los comentarios de Bloomberg en el sentido que Igor Chekunov trabajó para la KGB, Kaspersky escribe: “¿Equivale acaso el servicio militar obligatorio para un joven de 18 años a trabajar para la KGB? Luego recuerda que en la ex Unión Soviética, el servicio militar era obligatorio para todos los varones, y que era fortuito a qué servicio el conscripto era asignado. Luego señala que Chekunov fue asignado al servicio de fronteras de la Unión Soviética durante 2 años, y que en ese entonces ese servicio reportaba directamente a la KGB.
Refiriéndose a las fuentes, que en palabras de Bloomberg serían “6 empleados actuales y exempleados, que se negaron a discutir el tema públicamente por temor a represalias”, Kaspersky comenta: “Esta parte es muy decidora. Hay gente que después de haber sido despedida tiene resentimiento. Es la naturaleza humana; es algo común. Algunos tienen contactos en los medios, lo que les proporciona una oportunidad de obtener su ‘venganza’”.
Eugene Kaspersky reflexiona: “Me preocupa, por cierto, como medios prestigiosos arriesgan su reputación con base en especulaciones”, citando luego el titular de Bloomberg donde se presentó la información: “La empresa que asegura tu Internet tiene estrechos lazos con espías rusos“.
Kaspersky dice no tener intención alguna de arriesgar su negocio de 700 millones de dólares, y concluye con la siguiente reflexión: “Es muy difícil para una compañía con raíces en Rusia tener éxito en los mercados estadounidenses, europeos y otros mercados. Nadie confía en nosotros, por defecto. Nuestra única estrategia es ser 100% transparentes y honestos. Nos tomó años explicar quiénes somos. Muchas personas intentaron encontrar ‘suciedad’ en nosotros, y fracasaron. Sencillamente porque no tenemos nada que ocultar”.
Eugene Kaspersky concluye señalando “nada es más difícil que encontrar un gato negro en una habitación a oscuras; especialmente si no hay ningún gato”.
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Fotografía de Eugene Kaspersky © Kaspersky Lab.