A Gates no le debería faltar espacio para recibir a sus visitantes. Su mansión situada en la ribera del lago Washington, en Seattle, EEUU, tiene una superficie de 6.000 m2.
Según observadores, el principal tema de conversación probablemente será la política china radicalmente modificada respecto del software y los derechos de propiedad intelectual.
Recientemente, un grupo de fabricantes chinos de computadoras hicieron un pedido de licencias de Windows XP por 500 millones de dólares. Lenovo, en tanto, ha ordenado licencias por un importe similar, escribe BetaNews.
¿Cambio radical en China?
Sin duda alguna, tales anuncios complacen sobremanera al presidente de Microsoft. Especialmente debido a que China recientemente dio a entender que desarrollaría su propio sistema operativo basado en Linux – justamente con el fin de evitar pagar licencias a Microsoft.
Bill Gates ha usado considerable tiempo y energía para convencer a las autoridades chinas de invertir en Windows en lugar de Linux. La visita presidencial pudiera representar una importante señal en tal sentido.