Big Data es el nuevo buzzword de moda, usado para referirse al procesamiento y análisis de gran volumen de datos. Existen varias definiciones para el término Big Data, entre ellas las 4 V’s correspondientes a Volumen, Velocidad, Variedad y Veracidad. Hoy, se agrega una quinta: Valor. No obstante, se presenta como una oportunidad para procesar un mayor volumen de data, usando los Gigabytes, Terabytes o incluso Petabytes que las organizaciones tienen hoy en día, tanto en datos estructurados como no-estructurados, con la finalidad de convertirlos en información gestionable.
Una adecuada implementación de una solución de Big Data entrega nuevos recursos a las áreas de Business Intelligence (BI), así como la capacidad de procesar y analizar un mayor volumen de información, más rápido en forma confiable y escalable.
BI puede ser entendido como el análisis de datos para el soporte a la toma de decisiones y Big Data amplía el alcance, al permitir el procesamiento masivo de muchos datos y generar información que antes resultaba inalcanzable, dado los sistemas existentes. Estos nuevos y valiosos insights pasan a ser parte de la generación de valor que hacen los departamentos de Inteligencia de Negocios y de Tecnologías de Información, al interior de las organizaciones.
Ahora bien, aunque las empresas chilenas están totalmente preparadas para asumir e invertir en Big Data, la brecha se encuentra en el desconocimiento de la potencialidad que trae para la organización, además de las tecnologías disponibles para implementaciones a medida. Big Data aumenta la capacidad de análisis de las empresas, pero sería deseable el que las empresas alcancen el potencial actual que tienen, de lo contrario Big Data aumentará algo que ya les queda grande de manejar.
En ese sentido, son dos los principales desafíos que representa Big Data para las empresas locales. Primero, el entendimiento y conocimiento de los datos que manejan actualmente, ya que Big Data representa una “juguera de información”, de mucha mayor capacidad que las que están acostumbrados, donde los ingredientes son los datos. Es mejor tenerlos disponibles y en conocimiento.
Segundo, la capacidad de gestionar la información generada. Es el mismo problema que se presenta con proyectos más pequeños de análisis de información: la organización gana encontrando información valiosa desde los datos, pero sin la capacidad de realizar acciones reales basadas en los datos no hay un real aprovechamiento de la información.
Big Data es un término relativamente nuevo, desde 2011 ha venido despertando interés, sin embargo, la propuesta de que ahora representa una oportunidad, en el futuro se espera que sea capacidad instalada para cualquier organización, ya sea externalizando o dentro de su propia infraestructura.
Por Diego Arenas, jefe de Soluciones de Business Intelligence de Formulisa