El barco en cuestión realizaba faenas de pesca de arrastre frente a las costas de Holanda, cuando accidentalmente sus redes cortaron un cable submarino destinado al tráfico digital de Internet hacia y desde ese país.
El incidente dejó desconectados a diez subproveedores de líneas, que alquilan ancho de banda a la compañía propietaria del cable, KPNQwest. Sin embargo, como el tráfico vía Internet siempre encuentra vías alternativas de contacto, los usuarios finales afectados no quedaron del todo desconectados, aunque la velocidad del tráfico se ha visto reducida a niveles exasperantes, informa el periódico De Digitale Stad, desde Amsterdam.
Debido al mal tiempo que ha afectado al Mar del Norte en los últimos días, el problema aún no ha sido solucionado, informa la publicación, citando a KPNQwest.