La resolución, adoptada por 34 votos a favor y 32 en contra, motivó intensas protestas de organizaciones defensoras de la libertad de expresión y de usuarios de Internet en todo el país.
El proyecto de ley deberá ser ratificado por la asamblea legislativa en pleno antes de entrar en vigor, hecho que eventualmente ocurriría el 1ro. de enero del 2000.
En la práctica, la censura sería aplicada por la entidad estatal Australian Broadcasting Authority, que ejercería tal facultad con base en denuncias de la propia ciudadanía. Luego de determinar que el sitio denunciado exhibe material dable de ser censurado, la autoridad podrá exigir a los proveedores de conexión bloquear el acceso a éste desde sus servidores, escribe ABC News.
En caso de ratificarse el proyecto de ley, Australia se convertiría en el primer país del mundo en exigir a los proveedores de conexión someterse a las mismas reglas de censura aplicables a las producciones televisivas y cinematográficas.