Teletrabajo es la palabra que resuena desde hace algunos meses en boca y mente de gran parte de los empresarios argentinos. Al respecto, hay varias dudas que flotan en el aire: si el teletrabajo realmente llegó para quedarse, si es mejor trabajar en la oficina o de forma remota, qué implica esta nueva modalidad para mi negocio. Solo nombré tres, pero hay una larga lista de interrogantes que se plantean las compañías, puntos de partida necesarios para comenzar a articular esto que nos gusta llamar ‘Nueva Normalidad’.
Las opiniones sobre el teletrabajo a lo largo de los años han estado divididas a favor o en contra. Si algo hemos aprendido en los últimos meses, es que es una modalidad de trabajo válida y que funciona, ¿esto significa que ahora todo el trabajo deberá ser 100% remoto? No necesariamente, a la hora de pensar en construir el futuro, tenemos que tomar esta experiencia y pensar en que existe más de un perfil de trabajador, con necesidades diversas en diferentes momentos, y que no hay una modalidad mejor que otra por naturaleza. El aprendizaje que nos llevamos se centra en la posibilidad de crear un modelo de trabajo híbrido que se base en la libertad de elección.
Vayamos a los hechos, y primero detengámonos a hablar sobre cómo se sienten los empleados haciendo teletrabajo. En Citrix, realizamos un estudio para conocer cómo fue la experiencia de trabajo de los argentinos durante los primeros meses de la pandemia, y nos encontramos con opiniones divididas. Por ejemplo, el 39% de los encuestados dijo que su jornada laboral es más larga ahora que trabajan desde casa, y están trabajando en promedio una hora y media más cada día. Sin embargo, el 33% de los argentinos mencionó que su jornada de trabajo no ha cambiado y el 28% indicó que es incluso más corta que cuando trabajan desde la oficina.
Cuando se les preguntó cómo el impacto del Coronavirus ha afectado la estructura de su jornada laboral, el 58% de los empleados de oficina dijeron que están trabajando en un horario más flexible. A su vez, el 60% de los encuestados comentaron que disfrutan de la flexibilidad de entrar y salir del trabajo cuando lo prefieran. Aunque también, el estudio reveló que un 25% tiene que hacer un esfuerzo consciente para dejar de trabajar en su horario normal, mientras que un 23% encuentra muy difícil desconectarse del trabajo.
Si bien estos resultados están relacionados a un período particular, en donde los empleados se encontraron en la situación de teletrabajar como única alternativa, sí podemos ver que las experiencias de las personas varían, y también sus preferencias. En este punto quiero retomar la idea de oficina híbrida que mencionaba anteriormente, que parte de pensar en una modalidad de trabajo que le otorgue a los empleados la libertad de elegir cómo y desde dónde les gustaría trabajar. De hecho, en la investigación que les mencionaba, descubrimos que al 53% de los trabajadores de Argentina les gustaría tener un estilo de trabajo más fluido entre la oficina y el hogar cuando vuelvan a trabajar en la oficina.
No hay dudas, las oficinas híbridas son el futuro. Para las empresas esto implica un cambio cultural y un esfuerzo desde el liderazgo, para adaptarse a una nueva manera de ver al trabajo, enfocado en la actividad y productividad, y que no esté atado a un espacio físico en particular. Para hacer esto posible, la tecnología es una aliada imprescindible, que habilitará la existencia de una oficina híbrida. Sin embargo, el primer paso está en la cultura organizacional, los líderes tienen que capacitarse para entender cuáles serán las nuevas necesidades de los empleados, y de qué manera pueden establecer un flujo de trabajo fluido, para empoderar al staff y obtener una excelente experiencia de trabajo, segura, y desde donde sientan mayor comodidad y productividad.