Bajo esta ley, se ha ampliado la definición de organizaciones terroristas a aquellos quienes planeen protestas violentas en el Reino Unido (aún si las protestas se llevan a cabo en el extranjero). Los miembros de tales organizaciones estarán sujetos a la ley.
La ley también define a los hackers como terroristas. Tal ley señala que cualquiera quien trate de interrumpir seriamente un sistema electrónico con la intención de amenazar o influenciar al gobierno o al público, y que lo hagan por una causa política, religiosa o ideológica, serán considerados terroristas.