El procedimiento, que aparece íntegramente descrito en la revista Nature Materials, implica que es posible almacenar hasta 19 veces más información en el disco experimental que en un DVD estándar de 4.7 Gb.
Curiosamente, en la elaboración del disco sus creadores no utilizaron métodos avanzados ni de gran complejidad, sino usaron unos pocos tubos del pegamento Epoxy mezclado en una emulsión con cristal. El siguiente paso fue extender la emulsión y darle forma de disco, para luego almacenar datos en este.
Según se indica, los investigadores en realidad no creyeron que la emulsión lograría retener los datos, pero en la práctica ésta resulto ser estable.
Así, un ensayo de laboratorio que se inició casi como humorada se ha incorporado ahora a la intensa competencia de los gigantes informáticos por desarrollar nuevos métodos de almacenamiento de información.
