Básicamente, la nueva tecnología de Microsoft crea una máquina virtual dentro del PC físico, donde todos los procesos sean ejecutados bajo el control y protección de Palladium. Entre otras cosas, esto implica que las condiciones estipuladas externamente respecto al uso de un documento o un programa impiden que la persona sentada frente al PC pueda acceder libremente a los procesos o contenidos de la máquina libremente.
Considerando que tal acceso también estará determinado por las disposiciones sobre actualización del software establecidas por el propio fabricante, el proyecto Palladium ha generado diversas críticas y debate sobre lo que podría denominarse protección invasiva.
En esta oportunidad, por primera vez un organismo gubernamental toma la palabra para criticar a Palladium. En una misiva dirigida a la asamblea legislativa germana, Bundestag, el Ministerio de Economía escribe que al decidirse incorporar Palladium a gran escala para asegurar PCs, al mismo tiempo se establecerá una relación de dependencia frente a Microsoft. Tal dependencia también se hará extensiva al tema de los precios de las licencias, se indica en el documento.
Microsoft, por su parte, precisa que no tiene intención alguna de abusar de la plataforma Palladium y que con gusto dialogará con el Ejecutivo alemán, u otros gobiernos, sobre la forma de potenciar el manejo seguro de datos.
Aunque no oficialmente, como en el caso germano, también autoridades de Francia y China han expresado escepticismo frente a Palladium que, a su entender, podría instalar accesos secretos en software de seguridad.
Básicamente, el interés de los críticos es tener una garantía total de que las aplicaciones que usan no contienen funciones que puedan ser explotadas por terceros, incluso por el fabricante, mediante conexiones en redes.