Las investigaciones serán realizadas por el servicio de inteligencia y contraespionaje DST, que tendrá por mandato establecer en qué medida hubo compañías y personas naturales que fueron vigiladas por el sistema Echelon.
Aparentemente, los franceses no se oponen a la existencia, propiamente tal, de Echelon, por considerar que es una herramienta útil para combatir el crimen organizado y las conspiraciones terroristas, sino al país galo preocupa que estadounidenses e ingleses hayan abusado de la tecnología para realizar espionaje industrial contra sus propios aliados.