La agencia de noticias holandesa GPD (Geassocieerde Pers Diensten) acusó al gobierno de ese país de haber tenido acceso ilícito a su base de datos de noticias, accediendo a artículos que aún no habían sido publicados, e incluso haber leído el calendario interno de la empresa.
Nuestro propio gobierno nos está espiando, escribía el redactor Marcel van Lingen de GDP, exigiendo una investigación del caso.
El resultado de la investigación fue bochornoso para la agencia de noticias, al quedar comprobado que había sido un ex empleado del departamento de comunicaciones de la agencia, quien había entrado vía Internet a la base de datos de la agencia, donde leyó aproximadamente 300 artículos de temas de política social.
El ex empleado en cuestión discutió los temas con periodistas de GDP, despertando sospechas entre éstos y dando origen a las acusaciones contra el gobierno.
La agencia de noticias admite haber tenido un sistema de seguridad demasiado deficiente para sus artículos, aparte de reconocer su negligencia por no cambiar sus claves de acceso con la debida frecuencia.