En Chile, la región Metropolitana tiene una superficie de 15.403,2 km2, representando el 2.0% de la superficie del país. Su población regional es de 6.061.185 habitantes (cifras proyectadas por el censo 2012), equivalente al 40.1% de la población nacional y su densidad alcanza a 393 hab/km2. Por ello, la necesidad de trasladarse de un lugar a otro es todo un reto; pues si bien, ya era complicado por la invariable congestión vial, calles y avenidas cerradas por construcciones, manifestaciones y saturación del transporte público, por mencionar algunos ejemplos, en meses pasados surgió una nueva limitante para el uso de automóviles particulares debido a la contingencia ambiental.
Dicho panorama caótico nos deja un gran aprendizaje y es que existen grandes áreas de oportunidad para las empresas y los empleados. Sólo es necesario estar abiertos a nuevas ideas, pues así como nos adaptamos a los incesantes avances tecnológicos, es necesario evolucionar también en la forma de trabajar.
Sin duda alguna, es vital que las compañías fomenten entre sus empleados tener escenarios alternos, siendo una gran opción el esquema conocido como “Home Office”, que al ser bien implementado, puede traer consigo grandes beneficios que se verán reflejados en la reducción de costos operativos, aumento en la productividad de los trabajadores y un impacto positivo en la empresa. Este régimen de trabajo remoto ayudará a retener al mejor talento de las compañías.
Para llevar a cabo una exitosa ejecución del Home Office es importante considerar algunos aspectos clave que garantizarán buenos resultados:
• Definir al personal que de acuerdo a sus actividades laborales sea elegible para el trabajo remoto. No todos son candidatos, pues habrá quienes por las características de sus funciones, requieran realizar sus labores forzosamente en forma presencial, sin embargo a este grupo puede ser considerado para horarios flexibles.
• Los empleados que trabajen desde casa deberán delimitar un espacio exclusivo para ser usado como oficina, alejado de los ruidos y distractores. Además, es fundamental dejar claro a los integrantes de la familia que no deben dar por hecho la posibilidad de realizar otro tipo de actividades dentro de su horario laboral.
• Una buena conexión a Internet será una herramienta indispensable de trabajo y por ello es necesario contratar la mayor cantidad de ancho de banda, es decir, un mínimo de 10 Mbps e idóneamente 20 Mbps. Dado que en casa se conectan infinidad de dispositivos a la red será importante considerar la instalación de un router complementario al modem que nos asigna el proveedor de Internet, que ayudará a maximizar el rendimiento, velocidad y cobertura de la red inalámbrica, evitando que esta se sature.
• De acuerdo al giro de la empresa, es muy importante que los empleados cuenten con el equipo necesario para el desarrollo de sus actividades, el cual va desde una computadora portátil, una impresora/scanner, una línea telefónica fija o móvil exclusiva para cuestiones laborales, para mantenerse localizable todo el tiempo.
• Uno de los ejes primordiales para el buen desempeño laboral remoto está basado en la comunicación constante entre los miembros del equipo de trabajo, por lo que hay que considerar realizar video llamadas, así como programar reuniones presenciales a fin de tener una retroalimentación continua sobre los avances y los pendientes de cada colaborador.
• Las buenas prácticas conllevan hábitos y rutinas, por eso tanto empleados como jefes deberán establecer horarios laborales. El hecho de trabajar en casa no significa que éste comience a ejercerse a diferentes horas, lo ideal es mantener por lo menos el mismo horario de trabajo acordado en la contratación.
• Por último, para ejercer control sobre las políticas de la empresa con una fluida supervisión, las organizaciones tendrán que considerar la implementación de algún software de gestión, mediante el cual se podrán tener mediciones precisas de los resultados y productividad de los empleados.
No podemos estar seguros de cuándo se presentarán imprevistos o contingencias que pongan en jaque el trabajo, por ello, cada vez más empresas apuestan por este esquema de trabajo, que ya se está convirtiendo en un valor agregado para las organizaciones que se preocupan por el bienestar de sus empleados, obteniendo mejores resultados gracias a su rápida adaptación y flexibilidad ante el cambio del entorno.
Por Frank Beltrán, Director Regional de Ventas de Linksys, América Latina y el Caribe