En el transcurso de este cambio, cada compañía seguirá manteniendo su ADN y su cultura corporativa, la cual define la manera en que se llevan a cabo sus procesos. La adecuada implementación de un sistema de gestión ERP puede acompañar a la empresa por este camino permitiéndole mejorar su productividad y ganar competitividad.
Las propuestas que presenta el mercado en soluciones ERP son pensadas y desarrolladas para diferentes tipos de empresas, por ende, no todas responden en la misma medida a las necesidades de toda organización.
Un ERP bien implementado debe resolver procesos así como tareas que antes al usuario le quitaban tiempo y energía. Sin embargo, deben evitarse ciertos errores que pueden hacer que la implementación de un ERP no sea exitosa y genere más pérdidas que beneficios.
Aquí algunos errores que se deben evitar:
No auditar y revisar los procesos de la compañía previamente a la elección y la implementación del ERP. La implementación de un ERP es una oportunidad para la revisión de todos los procesos que se llevan a cabo en la compañía, y es un gran momento para mejorarlos y optimizarlos. Si una empresa tiene sistemas humanos que no sirven, procesos desordenados, e implementa eso mismo en un ERP, este solamente se transforma en un anotador.
No tomar conciencia de la dimensión de la compañía al igual que de la complejidad de sus procesos. Si el ERP que se está implementando no es flexible y no se puede adaptar a la realidad corporativa, puede que se termine forzando la forma de trabajar de la empresa a lo que ofrece y permite ese ERP, haciendo que la empresa cambie su esencia o haciendo que la forma de trabajo no sea la ideal y la más óptima.
Falta de disposición y reticencia al cambio. El objetivo último de un ERP es lograr la mayor automatización posible de las funciones empresariales, pero para lograr una verdadera agilización de los procesos es importante estar abierto al reajuste de estos. Montar todos los procesos sobre un ERP es una gran oportunidad para hacerlos más eficientes y encontrar falencias o errores. También es necesario tener en claro la necesidad de mitigar ciertas decisiones prescindibles y permitir aquellas más operativas. El rol del equipo humano que se conforme para liderar el proyecto, y la comunicación que éste desarrolle para con el resto de la organización con el fin último de lograr una buena predisposición y aceptación del cambio, son parte fundamental de la clave del éxito.
Pensar en la solución ERP como una meta de negocio. Es un error típico de las compañías tomar a las soluciones de ERP como un fin y no como un medio o herramienta para desarrollar y expandir el negocio. Este tipo de sistemas son el primer paso que permitirá luego ir incorporando otras herramientas las cuales sin un ERP no podrían siquiera considerarse.
En definitiva, el ERP es el primer punto de madurez de una compañía, es la herramienta electrónica e informática que permite estructurar todos los procedimientos. Es de vital importancia tener en cuenta estos aspectos tratados para poder sacar el mayor provecho de la implementación de una herramienta como tal.
Por Federico López Figueredo, Director de Servicios de Softland Argentina<