La complejidad de los desafíos que enfrentan nuestras sociedades han llevado a las comunidades a repensar el modo de vivir, de interactuar y de articular diversos saberes con un mismo objetivo: dar respuestas colectivas que posibiliten la transformación social y el bien común. La innovación ciudadana, entendida como la participación activa de los ciudadanos en procesos de experimentación, intercambio y creatividad social, cumple el fin de incidir en la realidad social para diseñar colectivamente futuros más sostenibles por y para las comunidades.
Promover plataformas abiertas en las que los ciudadanos tengan la posibilidad de encontrarse con otros para pensar y crear juntos es parte medular del concepto y del contexto de la innovación social. Los ciudadanos, como principales actores y promotores de soluciones para sus entornos, diseñan propuestas para que las sociedades sean espacios para la convivialidad.
Por esta razón, se lanzó la convocatoria abierta para prototipar proyectos en el laboratorio ciudadano “Ciudades que Aprenden” en colaboración con el Medialab-Prado de Madrid y la Secretaría General Iberoamericana, que tendrá lugar en noviembre en la Biblioteca de México. “Creemos en el poder de la colaboración, la inteligencia colectiva y la apertura para imaginar y diseñar otros mundos posibles”, enfatizó la Dra. Paola Ricaurte, Directora del laboratorio.
Laboratorios ciudadanos como sinónimo de innovación ciudadana
Los laboratorios ciudadanos son espacios en los que personas con distintos conocimientos, habilidades y diferentes grados de especialización se reúnen para desarrollar proyectos en conjunto. De esta forma, se exploran formas de experimentación y aprendizaje colaborativo, con el propósito de coproducir soluciones a los problemas y desafíos de las sociedades actuales. Las tecnologías digitales son parte fundamental para difundir las experiencias e ideas, ya que ofrecen herramientas que facilitan la organizaciónn, gestión, documentación y difusión de proyectos. “Se potencia el intercambio de conocimiento entre los distintos actores de la sociedad civil a través de plataformas abiertas que permiten que las personas trabajen de manera conjunta en el desarrollo de proyectos de innovación social”, enfatizó.
“Esta iniciativa se encuentra alineada a los principios de innovación y sentido humano impulsados por el Modelo Tec 21. Abordar la complejidad de lo social desde sus múltiples dimensiones y lograr una participación ciudadana firme e inclusiva es la motivación fundamental de este laboratorio ciudadano. Necesitamos que las instituciones se conviertan en lugares de acogida para todas las formas del saber y del hacer” finalizó la Dra. Ricaurte.