El organismo policial solicita al Congreso estadounidense facultades que le permitan disminuir la seguridad móvil mediante la instalación de puertas traseras en Android e iOS. El objetivo es combatir la delincuencia y el terrorismo.
Los teléfonos móviles cifrados se han convertido en un problema para la policía federal estadounidense, debido a que dificultan sobremanera su trabajo.
Desde el 2011, Android ha incorporado la posibilidad de cifrar los datos a nivel de dispositivo. Sin embargo, la función sólo fue activada como estándar en junio de este año con Android 5,0 “Lollipop”. Paralelamente, Apple incorporó funcionalidad de seguridad equivalente en iPhone y iPad mediante el nuevo sistema operativo iOS 8.
Estas herramientas de seguridad impiden que desconocidos puedan leer los contenidos del teléfono en caso que el usuario lo extravíe. Sin embargo, coloca a Apple y al Google en una situación en que es imposible acceder a los contenidos del aparato, incluso contando con una orden judicial.
Recientemente, el director del FBI, James Comey, se refirió al tema en un programa de televisión, donde incluso declaró que “Apple y Google colocan a sus usuarios por encima de la ley”. Comey señaló que la nueva funcionalidad de cifrado dificulta el trabajo de su organismo para combatir la delincuencia y el terrorismo. El director del FBI agregó que las conversaciones con Apple y Google no han conducido a los resultados esperados.
Ante esta situación, Comey ha acudido al Congreso estadounidense en búsqueda de ayuda. Específicamente, ha propuesto que una ley creada hace 20 años, denominada Communications Assistance for Law Enforcement Act (CALEA) sea enmendada, con el fin de incluir también a los dispositivos móviles modernos. La información ha sido proporcionada por el sitio The Hill, según el cual esta ley, aprobada en 1994, obliga a las compañías telefónicas a proporcionar la ayuda requerida por las autoridades, con el fin de practicar escuchas telefónicas. Sin embargo, la ley se refiere a las tecnologías existentes hace 20 años, y no a los dispositivos modernos con capacidad de cifrado interno, no susceptible a escuchas.
Según el sitio The Verge, Comey ha solicitado a los legisladores revisar y enmendar la citada ley, con el fin de que permita a los organismos policiales instalar puertas traseras en los smartphones modernos, y así eludir sus sistemas de cifrado. En rigor, la idea propuesta por el director del FBI implicaría instalar la puerta trasera en la fábrica.
Según The Hill, es poco probable que el Congreso acceda a la petición del jefe del FBI. La publicación cita a varios legisladores, demócratas y republicanos, que dudan que la propuesta logre obtener el apoyo legislativo necesario para enmendar la ley.
—
Ilustración: Joscelyn Upendran (Creative Commons)