Lo fundamental es la demanda de servicios de comunicaciones, un asunto más directamente relacionado con la economía que con el fraude contable de WorldCom. Los clientes se mantendrán y las compañías de telecomunicaciones más estables se aprovecharán de la delicada situación de esta compañía. Sin embargo, todas las empresas de telecomunicaciones se enfrentarán ahora a un umbral de credibilidad mucho más alto, puesto que los clientes, los inversores y las instituciones financieras exigirán mayores garantías respecto a la estabilidad financiera, la viabilidad a largo plazo y la ética corporativa.
La única área en la que WorldCom puede tener un efecto negativo directo sobre el resto del mercado es la de IP. La compañía controla el 27,2% del acceso IP del segmento empresarial de EE UU y el 30,3% del mercado estadounidense al por mayor. En Europa, su porción es mucho menor, pero también muy significativa.
IDC considera que las últimas revelaciones de WorldCom deberían frenar a cualquier compañía de telecomunicaciones o de cualquier otro sector- que esté pensando en permitir que Wall Street determine su estrategia corporativa, ya que tales maniobras financieras, diseñadas sólo para aumentar el precio de las acciones, se prestan a una manipulación adicional. Una compañía como WorldCom habría hecho mucho mejor en construir su negocio con una estrategia clara y definida que en perjudicarse a sí misma y, después, recomponerse cada vez que la tendencia en Wall Street cambia de dirección.
El fraude contable de WorldCom tendrá efectos nocivos en los precios de las acciones de las telcos, en el acceso a crédito y en la percepción general de estas compañías entre la comunidad financiera y el público. No obstante, las compañías necesitan comunicarse, por lo que las empresas europeas no detendrán su inversión en comunicaciones debido a las irregularidades contables de WorldCom o de otros proveedores de servicios de telecomunicaciones con sede en Estados Unidos. Los carriers de telecomunicaciones pueden continuar operando durante esta suspensión de pagos. Lo importante es la demanda de servicios de comunicaciones, una cuestión más directamente relacionada con la economía. Los servicios de telecomunicaciones siguen teniendo demanda, y tanto las empresas como los consumidores continuarán invirtiendo en ellos, con la única diferencia de que trasladarán esa inversión de WorldCom a otros operadores.