Para Microsoft, el menú de inicio de Windows 8 fue “una app”

Uno de los gerentes de desarrollo de Windows explica cuál fue la estrategia de Microsoft para su sistema operativo, que resultó en el fracasado interfaz carente de botón de inicio.

Esta semana, en el marco de la conferencia para desarrolladores Build, Microsoft anunció que el interfaz de Windows 8.1 pronto se asemejará considerablemente al de Windows 7; es decir, con botón de inicio y escritorio “tradicional”. La medida puede ser interpretada como una retractación, algo tardía pero total, por parte de Microsoft. Otra lectura puede ser que Microsoft tomó en su momento una decisión ejecutiva, pero aventurada, que finalmente no tuvo el resultado esperado. Una tercera interpretación, o en realidad una conclusión, puede ser que a menudo hay una gran diferencia entre la teoría y la práctica.

Prácticamente todos los elementos considerados novedosos en Windows 8 se han referido al interfaz conocido como Modern UI, anteriormente conocido como Metro. Tales novedades, que indudablemente han sido atractivas para un gran número de usuarios, se vieron ensombrecidas por el descontento que generó la desaparición del menú y botón de inicio tradicional.

En un momento del debate, uno de los desarrolladores jefe de Microsoft, Jacob Miller, comentó que el menú de inicio fue sustituido por una pantalla de azulejos, con el fin de “canalizar” a los usuarios de Windows hacia Modern UI, “un mundo que no habrían descubierto si no hubiesen sido prácticamente obligados a hacerlo”. Paralelamente, la estructura Modern UI hizo posible para Microsoft hacer que el escritorio de Windows fuese más atractivo para usuarios avanzados.

Windows 8, una app

El tema ha sido más esclarecido esta semana, mediante una entrevista proporcionada a la publicación CNet por Chaitanya Sareen, “Principal Program Manager Lead on Windows”, título traducible como “Gerente Principal de Software de Windows, quien explicó: “concebimos el escritorio como una aplicación; es decir, si había un azulejo denominado ‘escritorio’ y la computadora estaba diseñada para funcionar adecuadamente con tal azulejo, el usuario estaría recibiendo lo mejor de dos mundos. Tal fue, en realidad, la visión que tuvimos”, indicó Sareen. Esto lleva a suponer ,al igual que lo señalado por Miller, que el nuevo interfaz no había sido diseñado para la mayoría de los usuarios del sistema operativo de Microsoft.

La conclusión a la que llegó Microsoft, y cristalizada en el anuncio de Terry Myerson realizado ayer, es que el escritorio tradicional de Windows continuará siendo el interfaz más importante para la mayoría de los usuarios del sistema operativo.

En lo que parece ser una declaración cuidadosamente estudiada por Microsoft, Chaitanya Sareen declaró: “es importante que sus lectores entiendan que en Microsoft se produjo un intenso debate interno. No es así que alguien dijera ‘no habrá botón de inicio’. Fue una larga discusión, muy, muy larga”.

Agregó que tampoco es igual de evidente, o intuitivo, poner la vista en el extremo superior derecho de la ventana para cerrarla, o usar la función ‘Ctrl-Alt-Delete’ para acceder al administrador de tareas. “Es necesario dedicar tiempo para enseñar a los usuarios. El problema fue que la eliminación del botón de inicio fue algo que los usuarios, por una u otra razón, no querían aprender. Sareen comparó el botón de inicio con una cálida manta, que da una sensación cómoda, abrigada, de algo familiar, y que desapareció de la vista de los usuarios al actualizar su sistema operativo.

Sin embargo, se negó a aceptar que la reincorporación del botón de inicio constituya un paso atrás para Microsoft: “es un producto que está vivo; a veces es necesario tomar un nuevo rumbo, y en otras oportunidades es necesario ajustar lo que ya se ha hecho”.

Es interesante observar los comentarios al artículo de Cnet. En su mayoría, son negativos frente al desarrollo del tema y a la retractación de Microsoft, y pueden resumirse en la siguiente opinión, aportada por el usuario KuttyJoe1968: “Sorprende lo desubicada que Microsoft está. ¿Cómo pensaron que podrían imponer algo totalmente inservible en el centro mismo de una computadora, usada por la gente como herramienta de productividad? Una computadora de sobremesa es un aparato de productividad. Quienquiera que quisiera importunar un proceso de productividad (algo que es perfectamente posible con Metro) ciertamente no lo haría en el escritorio en sí. Metro es perfectamente inservible para efectos de productividad. Su esencia consiste de azulejos que parpadean y giran, y algo de medios sociales. ¿Cómo es posible que algo así pudiera tener sentido como el centro mismo, y opción preferida, en el escritorio de alguien? No tiene sentido. ¿Y qué piensa Microsoft que le está enseñando a la gente? No hay forma alguna de conciliar un error de esta magnitud. Y ahora Microsoft quiere dar a entender que “a la gente no le gusta el cambio”. Ese es, en su esencia, el problema”.

Ilustración: Chaitanya Sareen, Principal Program Manager Lead on Windows, fotografiado por Josh Miller © Cnet.


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